Franquicia devaluada

Tras las elecciones del pasado 4 de junio, la “Marca Independiente” se devaluó.

Muy pocos fueron los candidatos ciudadanos que, optando por la contienda electoral sin el apadrinamiento de algún partido político, lograron resultados favorables, quedando la mayoría de ellos con una votación muy por debajo de los votos anulados.

Luego de la euforia política generada por los triunfos históricos logrados por candidatos ciudadanos como Jaime Rodríguez, en la gubernatura de Nuevo León; Pedro Kumamoto, en la diputación 10 de Jalisco, y Alfonso Martínez Alcázar y Armando Cabada, en las alcaldías de Morelia y Ciudad Juárez, respectivamente, esa vía se observaba tendiente a desbancar el régimen de partidos políticos.

Pero la “Franquicia Independiente” quedó totalmente desprestigiada, luego del papel político desempeñado por los candidatos ciudadanos que terminaron estrellándose con la realidad al no convencer con su oferta al grueso del electorado, que de nueva cuenta volteó a ver a los partidos políticos como única garantía de gobierno, pese al desprestigio social que afrontan.

El caso por antonomasia es el de Hilario Ramírez Villanueva, “Layín”, candidato a la gubernatura de Nayarit, el que despertó simpatías por su populismo y ocurrencias, pero nunca por su propuesta de gobierno.

Tampoco los otros dos candidatos independientes en Nayarit, Antonio Ayón Bañuelos y Víctor Manuel Chávez Vásquez, lograron hacer el papel que se habían proyectado en sus expectativas; si fueran partidos políticos habrían perdido el registro en la pasada contienda, al no alcanzar ni el 3 por ciento de la votación.

Sobre las mismas cifras también se mantuvo la candidata independiente al gobierno del Estado de México, María Teresa Castell de Oro Palacios, quien alcanzó apenas el 2.1 por ciento de los votos emitidos en esa entidad, pese a que su propuesta política la llevó a los 125 municipios del estado, es decir, por alcance de cobertura no quedó, pero no le dio resultado la bandera de hartazgo social contra los partidos, que centró como eje de su campaña.

En esta entidad la candidata independiente Castell de Oro Palacios quedó en el penúltimo sitio de los seis aspirantes que contendieron, apenas por arriba del candidato del Partido del Trabajo (PT), Oscar González Yáñez.

La votación lograda por María Teresa Castell de Oro Palacios es inferior al total de los votos anulados, que se cuantifican por el PREP en una tendencia que podría ser ligeramente superior al 3 por ciento. En este caso, si la candidata independiente jugara bajo las reglas de los partidos políticos también habría perdido su registro, y con ello la posibilidad de contender en una nueva elección.

En Coahuila, hubo dos candidatos ciudadanos a la gubernatura del estado. Ambos se desdibujaron. Ninguno de ellos pudo alcanzar el tope de votos que pudo imponer “Layín”, en el estado de Nayarit.

El candidato independiente al gobierno de Coahuila, Javier Guerrero García, fue el que resultó mejor posicionado, al alcanzar el 7.4 por ciento de los votos. El otro aspirante en solitario, Luis Horacio Salinas Valdez, apenas arañó el 0.6 por ciento de los sufragios.

Devaluados

Los candidatos independientes para las gubernaturas de Nayarit, Edomex y Coahuila no lograron hacer el papel que se habían proyectado:

>> 7.4%

De la tendencia del voto logró el candidato al gobierno de Coahuila, Javier Guerrero García

>> 11.9%

De la tendencia del voto logró Hilario Ramírez Villanueva, ‘Layín’, candidato a la gubernatura de Nayarit

>> 0.6%

De los sufragios consiguió el aspirante a la gubernatura de Coahuila, Luis Horacio Salinas Valdez

>> 0.4%

De los votos en Nayarit fueron para Antonio Ayón Bañuelos, aspirante a la gubernatura

>> 1.4%

De los sufragios en Nayarit consiguió Víctor Manuel Chávez Vásquez, candidato a la gubernatura

>> 2.1%

De los votos obtuvo María Teresa Castell de Oro Palacios, candidata al gobierno de Edomex

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