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Viernes 22 de Noviembre 2024

Existen al menos 45 puntos de alto riesgo sobre el trazo del Paso Exprés, aseguran vecinos

 

Al menos una decena familias que habitan en el cause de la barranca Santo Cristo, aledañas al socavón del Paso Exprés en Cuernavaca, aseguran que han sido hostigados por supuestos abogados que ofrecen asesorías y protección ante un posible escenario de despojos, reubicaciones o compra venta de sus propiedades. El desfile de cascos, obreros, excavadoras […]


Al menos una decena familias que habitan en el cause de la barranca Santo Cristo, aledañas al socavón del Paso Exprés en Cuernavaca, aseguran que han sido hostigados por supuestos abogados que ofrecen asesorías y protección ante un posible escenario de despojos, reubicaciones o compra venta de sus propiedades.

El desfile de cascos, obreros, excavadoras y polvo que obedecen a los trabajos de reparación del socavón de seis metros de profundidad que se abrió en el kilómetro 93+800 de la autopista México-Cuernavaca hace dos semanas, no solo nublan la tranquilidad de los habitantes de las colonias Bosques y Jardines de Palmira, también desató la incertidumbre ante el rumor de una supuesta reubicación, que han esparcido voces no autorizadas, ajenas a los gobiernos estatal y federal.

Juan Gutiérrez Bravo de 63 años de edad, ha vivido toda su vida a pocos metros del cause de la barranca. Fue testigo de la construcción del Paso Exprés que quedó a deber un sistema de drenaje, un andador y una barda de protección para las viviendas que se encuentran a pie de carretera. A dos semanas de presenciar el hundimiento que provocó la muerte de dos personas, se dice angustiado de tener a su familia en zona de peligro y la probabilidad de perder su casa ante el escenario confuso que enfrentan.

“No sabemos si nos van a reubicar, si nos van a comprar o nos van a dejar aquí. Han venido abogados a ofrecernos apoyo sin costo, según ellos. Dicen que nos van a reubicar pero que sólo nos van a pagar la casita que no vale mucho y mi predio es de 500 metros cuadrados”, señala ante la impotencia de no comprender el panorama jurídico que le han planteado.

Asegura que ésta situación, se encuentran sus vecinos, quienes aceptaron las asesorías que resultaron en una cotización de 35 mil pesos por tener sus propiedades intestadas. Para el señor Juan, sería imposible pagar cualquier cantidad ya que los pocos pesos que recibe son de la venta de “chacharas” afuera de su casa, inhabilitada desde que iniciaron los trabajos de reparación del socavón.

Durante la contingencia inmediata, autoridades de protección civil desalojaron al menos 10 familias cercanas al área del socavón que fueron reubicados de manera provisional en un hotel para resguardar su integridad física durante más maniobras de reparación, pero hasta ahora, ninguna autoridad involucrada ha planteado más movilización de familias, a pesar de que vecinos de la colonia Chipitlan, aseguran que existen al menos 45 puntos de alto riesgo sobre el trazo de la autopista.

Además del hostigamiento, temen que las obras vuelvan a ser deficientes y se presenten más irregularidades pese a la construcción del puente vehicular elevado que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), prometió terminar en tan solo 10 semanas como parte de las medidas de reparación.

“Desconozco lo que va a pasar, si van a pasar los carros por arriba o por abajo, pero está feo ese tramo que está haciendo el gobierno (…) Si no lo buen subterráneo, elevado va a ser peor”, consideró Julio Gómez, habitante de la colonia Chipitlán.

Aseguran que el viaducto elevado no será entregado en tiempo y forma como lo garantizó la dependencia federal.

“En dos meses no la van terminar, se van a aventar desde seis meses a un año. A mi me prometieron que en un mes terminarían el puente peatonal, les di tres meses para que desalojaran mi terreno que era utilizado para las maniobras de construcción y ya llevan cinco meses”, asegura Lorena Ochoa, de la colonia Chipitlán.

El Viaducto elevado se construya encima de la barranca Santo Cristo, para liberar su cause. Tendrá una extensión de 48 metros con tres claros, uno de 24 metros y dos rampas laterales de 12 metros.

Estará soportado por colinas de 25 metros de altura y el tubo de drenaje que colapsó generando el hundimiento, será sustituido por un canal de mayor capacidad para el paso del agua.

Los trabajos y costo del proyecto alternativo estarán a cargo del consorcio constructor Aldesa-Epccor.