Duarte deja la sonrisa en Guatemala
Las hay de todas, alegres, festivas, sinceras, ingenuas, actuadas, hablamos de de la risa en la medicina se aplica como terapia, ya que es una herramienta definitiva que mantiene en condiciones el estado de ánimo de las personas. Expertos en la materia afirman que un minuto de risa diario equivale a 45 minutos de relajación. […]
Las hay de todas, alegres, festivas, sinceras, ingenuas, actuadas, hablamos de de la risa en la medicina se aplica como terapia, ya que es una herramienta definitiva que mantiene en condiciones el estado de ánimo de las personas. Expertos en la materia afirman que un minuto de risa diario equivale a 45 minutos de relajación.
Por las sustancias que se liberan con la risa, esta ayuda a incrementar la autoestima y la confianza ante la depresión, supone un refuerzo inmunológico, contra pensamientos negativos, además elimina el miedo y ayuda a minimizar los problemas.
Sin embargo hay que diferenciar entre risa y sonrisa, aunque ambas pueden ser falsas, forzadas, reales, nerviosas, intimidatorias, macabras o cínicas, de muchas formas, pero contrario a la risa, una sonrisa siempre es reveladora, este gesto único, espontáneo, delata anhelos y descubre secretos, es una carta de presentación que brinda cierta información.
Y lo hemos visto recientemente, la sonrisa nerviosa y cínica de Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, puede estar revelando confianza y complicidad, pero también como explica el neurólogo francés Duchene de Boulogne, quien sonrÍe así, lo hace para tomar control de sus emociones.
Todo parece indicar que efectivamente tras su sonrisa sarcástica y cínica así como sus declaraciones calificando como irrisorias las acusaciones en su contra, Javier Duarte, esconde un mensaje lleno de confianza en que será inmune a las acusaciones.
Al menos le serán permitidos ciertos privilegios, sin importar las acciones cometidas bajo su gobierno en detrimento principalmente, de los veracruzanos, saqueo multimillonario de arcas públicas, fraude con farmacos y tratamiento con quimioterapia falsas, pruebas apocrifas de VIH, ejecución o desaparición de personas y 17 periodistas asesinados en su período.
Analistas, refieren que Duarte se ríe porque estaba enterado que Guatemala ya no lo deportaría por estancia ilegal en unos días más, y no lo haría porque el gobierno de México pidió su extradición, metiéndolo muy convenientemente a un trámite burocrático que puede durar hasta un año, lapso en el que se pueden generar muchos errores legales que lo beneficiarán.
Su sonrisa lo delata tras esta cínica mueca solo queda esperar, dar tiempo al tiempo para saber, que sorpresa nos prepara la justicia mexicana.
MV