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Viernes 22 de Noviembre 2024

Arqueólogos descubren subestructura en la pirámide de Kukulkán

 

Mediante tecnología no invasiva y única en el mundo –desarrollada por mexicanos–, investigadores del Instituto de Geofísica y de la Facultad de Ingeniería de la UNAM así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), descubrieron una segunda subestructura al interior de la pirámide de Kukulkán o El Castillo en Chichén Itzá, Yucatán. Dicha […]


Mediante tecnología no invasiva y única en el mundo –desarrollada por mexicanos–, investigadores del Instituto de Geofísica y de la Facultad de Ingeniería de la UNAM así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), descubrieron una segunda subestructura al interior de la pirámide de Kukulkán o El Castillo en Chichén Itzá, Yucatán.

Dicha revelación, afirmaron los científicos, permitirá a través de mayores investigaciones conocer sobre los primeros periodos de asentamiento de la población de “mayas puros” en la zona, que datan del año 550 al 800 dC, además de que es posible que en su interior haya un adoratorio intacto.

“De este periodo se tiene muy poca información porque todo está prácticamente tapado, por los siguientes episodios constructivos de la estructura que realizaron los grupos llegados a la zona, por lo que sería importante que se pudiera trabajar en un proyecto a futuro en el cual se extrajera información directamente de esta subestructura. Cuando hablamos de ‘mayas puros’ nos referimos a la población original, sin la influencia de la gente del centro de México”, detalló Denisse Lorenia Argote Espino del INAH.

Los especialistas explicaron que con las herramientas probadas en la primera etapa de investigación el año pasado, en la que se descubrió un cuerpo de agua -cenote- debajo de El Castillo, se continuó con el análisis de la pirámide y con el método Tomografía de Resistividad Eléctrica Tridimensional no convencional, se descubrió la estructura en el interior.

“Esta nueva estructura, al menos desde el punto de vista geofísico, existe, y para los arqueólogos sólo queda encontrarla y confirmar su existencia”, puntualizó René E. Chávez Segura, responsable del proyecto del Instituto de Geofísica de la UNAM.

En esta segunda y última fase del trabajo de campo se reconstruyó e iluminó el interior de la pirámide, se verificaron sus etapas constructivas y se precisó qué ocurre con su estructura, detallaron los expertos.

“Se hizo una tomografía eléctrica, la cual consiste en colocar detectores alrededor de los diferentes cuerpos de la pirámide y enviar corriente eléctrica al subsuelo mediante una serie de electrodos, que también permiten medir de manera simultánea la diferencia de potencial, y finalmente la resistividad del subsuelo”, abundaron.

Cabe destacar que en 1935 se encontró la primera subestructura dentro de la pirámide de Kukulkán, en los estudios llevados a cabo por José Erosa Peniche y Manuel Cicerol Sansores.

Detallaron que el modelo obtenido aún posee poco detalle, debido a la capacidad computacional con la que se cuenta, pues el número de datos totales es de alrededor de 45 mil puntos, y en este momento se modelaron poco más de 23 mil datos, que incluyeron solamente seis cuerpos.

“Esperamos que a final de año se tenga toda la información y toda la inversión de los datos. En estos días está por llegar la nueva computadora con la capacidad de poder correr todos los puntos, lo que va a cambiar son detalles y tendremos mejor definición de las estructuras”, indicó Andrés Tejero Andrade de la facultad de Ingeniería.

David Gutiérrez