Ya faltaba menos
El Pico del Pollo | Por: Alfredo Albíter Sánchez Creo que desde hace dos o tres meses -independiente a lo que digan las autoridades-, la población hacíamos ejercicios mentales y de movimientos energéticos para convencernos que cada día que pasaba nos faltaba menos para llegar a la tan anhelada meta de darle la vuelta el […]
El Pico del Pollo |
Por: Alfredo Albíter Sánchez
Creo que desde hace dos o tres meses -independiente a lo que digan las autoridades-, la población hacíamos ejercicios mentales y de movimientos energéticos para convencernos que cada día que pasaba nos faltaba menos para llegar a la tan anhelada meta de darle la vuelta el virus, de regresar a nuestra forma regular de vida en donde nos abrazábamos, besábamos, salíamos, nos reventábamos y nuestra única preocupación era tener el dinero para los tacos madrugadores, cómo le daríamos la vuelta a los regaños de nuestros progenitores y de los suegros, bueno, en el caso de los jóvenes, porque los adultos, pues más bien era dónde ir a curarse la cruda, llegar a la oficina en vivo, pero no morir en el intento.
En fin, que teníamos todo y en un abrir y cerrar de ojos por alguien a quien se le ocurrió comer caldo de pariente de Drácula nos anda llevando el carambas a todos…
Bueno, dejando a un lado la añoranza, decía que ya “estábamos” por llegar a la otra orilla, nos faltaban unos cien metros y tómala, que un grupo de ellas y ellos decidieron que ya había sido bastante el estar casi un año encerrados -a medias- y que si habrían de morir mañana pues que fuera de una vez, o que si la calaca se los llevaría, pues que fuera bien bailados, bebidos, desvelados y divertidos…
El “bicho” de inmediato nos tomó la palabra y ni tardo ni perezoso puso los números, otra vez a su favor. Tanto así se dieron las cosas, que este lunes ya entramos a una nueva modalidad para hacer actividades. Si quieres ir a comer a un restaurante lo tienes que hacer, -más bien pensando en almuerzo-, pues a las cinco levantan la mesa y ya no sirven más, bueno sólo para llevar y eso si tiene la suerte de alcanzar lugar en el privilegiado 30 por ciento.
Las autoridades “le dieron mate” a más de 30 fiestas en municipios mexiquenses, un número escandaloso, pero lo es más la cifra de personas que se encontraban en esos sitios y podría ser lo triple de las fiestas. Digo, está bien si ellos se quieren contagiar o quieren hacer deporte extremo con eso, pero qué culpa tiene la criatura.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que grupos de empresarios de diversos rubros se han unido para crear una Navidad y fin de año especial para quienes han decidido mantenerse en sus casas durante estas fiestas…
Conciertos y cenas virtuales y entregas a domicilio son algunas de las novedades que presentarán en breve. El chiste es que las familias no se arriesguen y puedan disfrutar, como el tiempo lo permita. Por hoy, cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.