Usted es la culpable…
Dobleces | Las corrientes políticas al interior de Morena hicieron del partido un “batidillo” político-jurídico con la elección del diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar como dirigente interino de ese instituto político. Si bien la culpable de provocar tensión interna y llegar a este punto de inflexión adverso fue Yeidckol Polevnsky por aferrarse a la presidencia del partido al estilo […]
Dobleces |
Las corrientes políticas al interior de Morena hicieron del partido un “batidillo” político-jurídico con la elección del diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar como dirigente interino de ese instituto político. Si bien la culpable de provocar tensión interna y llegar a este punto de inflexión adverso fue Yeidckol Polevnsky por aferrarse a la presidencia del partido al estilo perredista, lo grave es que en este tiempo se perdió la institucionalidad y se quebrantaron sus más elementales principios.
Incluso, con esta nueva elección se pone en riesgo la permanencia y militancia de figuras simbólicas y de peso al interior de Morena, por la serie de estropicios cometidos por la soberbia políticas de Yeidckol Polvensky y el pragmatismo provocador de Bertha Luján.
A puerta cerrada, mil 300 consejeros decidieron la destitución Polevnsky y que Alfonso Ramírez Cuéllar quede como presidente interino, y se ordena convoque a elección de nuevo presidente de Morena en un lapso de cinco meses. Sin embargo, lo que se consiguió fue convertir un congreso nacional en una exhibición de que Morena lo manejan los distintos grupos de manera inconstitucional, ilegal y anti estatutaria.
Hace cinco meses, Andrés Manuel López Obrador, en su calidad de militante con licencia advirtió: “es muy lamentable que partidos que surgen defendiendo causas justas terminan muy mal. Si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no sólo renunciaría a él, sino que me gustaría le cambiarán de nombre, que ya no usaran ese nombre, porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Entonces, no se debe de manchar ese nombre”.
Sin embargo, lo visto ayer en la encerrona morenista fue la exhacerbación de la simulación democrática y la pronunciada división que tiene amenazado al partido desde que Yeidckol Polevnsky llegó a la presidencia del partido.
Aún así, el pragmatismo los llevó a mantener a Yeidckol Polevnsky como secretaria general de Morena, cargo para el que inicialmente fue electa. En tanto, Alfonso Ramírez Cuéllar fue electo presidente nacional interino del partido y se prevé que estará al frente en tanto se lleva la elección interna.
La facción que no fue requerida en este congreso es la que se gravita entre figuras de peso al interior y exterior del propio partido como el diputado Mario Delgado y el senador Ricardo Monreal. Ahora se abrió más la brecha de molestia entre morenistas y forma parte de un madruguete de las facciones que buscan tener más espacios en las próximas elecciones intermedias.
Con esta jugada interna, con miras a la selección de candidatos rumbo a 2021 se pone por encima la agenda de grupos y se hacen de lado las causas que le dieron vida a Morena. Allí es donde está en riesgo la vida política del movimiento-partido. Lo que se ve es una unidad ficticia con la llegada de Ramírez Cuéllar, pero la culpa de que Morena se encuentre en este punto de confusión es de Yeidckol.
Por: Israel Mendoza Pérez
@imendozape