Urge romper el pacto patriarcal
La impunidad no le hace bien a nadie y daña mucho a México. Se tiene que redirigir el rumbo. Urge romper el pacto patriarcal.
Por: Kenia López Rabadán*
La lucha de las mujeres ha sido larga y hoy más que nunca exigen un alto a la violencia y un cambio radical en la cultura patriarcal.
Desde el púlpito presidencial han sido constantes, en este sexenio, las descalificaciones a las genuinas exigencias de mujeres y movimientos feministas que, ante la peor escalada de violencia y de feminicidios, claman justicia. Se les ha tachado de provocadoras, conservadoras u opositoras.
En consecuencia, el pasado fin de semana, colectivos de mujeres volvieron a proyectar sobre la fachada de Palacio Nacional, una serie de mensajes mediante los cuales visibilizan la situación de violencia de género, haciendo conciencia sobre la realidad que se vive en nuestro país.
Se podía leer “somos las mujeres, somos una voz colectiva”, “no más violencia”, “AMLO date cuenta” y “un violador será gobernador”. Esta última frase es absolutamente lastimosa para las mujeres que buscan justicia, particularmente para aquellas que depositaron su esperanza y confianza en un “movimiento de transformación” que no ha hecho más que traicionar día con día a millones de niñas y mujeres mexicanas.
El titular del Ejecutivo Federal no ha tenido la sensibilidad de ver, ni escuchar el clamor de cientos de miles de madres, hijas, hermanas o amigas de mujeres desaparecidas, asesinadas o ultrajadas. Tampoco ha querido escuchar a las víctimas que denuncian abuso sexual por parte de altos funcionarios de este gobierno o de los grandes personajes de su partido.
El desprecio que el Presidente y el partido oficial han tenido hacia los movimientos feministas, está normalizando la violencia en contra de las mujeres en lugar de combatirla. Pretender acallar o silenciar las voces de las mujeres que exigen que se investiguen estos delitos y que se trabaje conjuntamente por justicia, ha resultado en un movimiento que demuestra que las mujeres no están solas y que nada ni nadie las detiene.
Imponer como candidato a Gobernador en Guerrero a alguien que ha sido acusado de violación y abuso sexual, resulta por demás indignante y lacerante para quienes han sido víctimas de estos delitos en nuestro país.
Sin duda, es inadmisible que Morena haya vendido falsas esperanzas a las y los guerrerenses, dando el espaldarazo a un probable agresor, ya que el sostener a toda costa la candidatura del senador con licencia, afecta y lastima no solo a las mujeres, sino también a los niños y hombres que, con respeto, acompañan a los movimientos y colectivos feministas, porque estas exigencias no tienen género.
Es por demás cuestionable e increíble que no se tuviera la altura de miras para encontrar, dentro de su propia militancia, una candidatura con un mejor perfil, o alguien sobre quien no pesaran acusaciones graves por violencia contra las mujeres.
La situación en nuestro país es lamentable y condenable, en lo que va de esta administración, se denuncian más de 600 casos de violencia y se asesinan más de 10 mujeres al día, además de 4 mil 200 mujeres reportadas como desaparecidas. Organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, señalan que en México, el acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia es casi nulo, ya que las instituciones no consideran prioritarios los casos de violencia, descalifican, revictimizan y no realizan las investigaciones de forma exhaustiva.
La impunidad no le hace bien a nadie y daña mucho a México. Se tiene que redirigir el rumbo. Urge romper el pacto patriarcal.
*Senadora. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos