Primer Informe
El fracaso económico por impericia, y la siembra de ilusiones que tanto tiempo realizó en todos los rincones del país, están marcando su gobierno.
La Coyuntura |
Andrés Manuel López Obrador llega a su primer informe con muy pocos logros y muchos altibajos por lo que a su forma de gobierno respecta. Y no se trata simplemente de demostrar por demostrar a quien durante muchos años pululó por todos los rincones del país ofreciendo un país distinto al que panistas y tricolores plantearon y construyeron sin eficacia, pero hasta ahora los analistas especializados han señalado un grave retroceso en los índices de bienestar y un posible fracaso de las políticas públicas implementadas por el tabasqueño.
Bien dicen los especialistas que cuando un país no cuenta con indicios sólidos en los procesos económicos, el fracaso está a la vuelta de la esquina. Y esa particularidad es precisamente la que ha metido al señor López Obrador en un problema como Primer Mandatario, porque hasta ahora los índices de crecimiento no presentan buenos augurios, y aunque no lo quiera aceptar quien por ahora detenta el poder en este país, las cosas no pintan bien en el primer año de su encargo y los augurios están a la baja.
Esa persistencia por hacer las cosa de manera distinta y caminar en sentido contrario a los cánones que indican los procesos exitosos de la economía, simplemente por llevar la contra a quienes se afanaron por mantener el llamado “proyecto neoliberal” que tanto denostó, y que en los hechos al menos mantuvo a salvo esa economía que por desgracia ahora pareciera desmoronarse a causa de la ineficiencia de quien lidera ese mal llamado cambio que pudiera terminar por desmoronarse.
Uno de los mayores errores de un gobernante es mentirle a su pueblo, y pareciera que Andrés Manuel López Obrador sigue empecinado en mantener una serie de mentiras tratando de evitar la acumulación de encono que el mismo sembró durante muchos años contra quienes gobernaron. Mentir no le hace ningún bien a su gobierno, por el contrario, está propiciando que ese encono social se vuelque contra sus mismos funcionarios a causa de su ineficiencia e ineficacia.
El problema del desabasto de medicamentos para enfermos en fase terminal provocó una serie de decesos que terminaron con esa esperanza que el mismo sembró en aquellos que le otorgaron el sufragio para que alcanzara la cúspide de su carrera política. Ahora enfrenta con mentiras el deceso de muchos niños enfermos de cáncer por la falta de medicamentos para paliar sus agobios en la fase terminal, y muestra indignación porque los medios de comunicación registran ese tipo de eventualidades y el dolor de esos padres que vieron morir a sus hijos por falta de atención.
Definitivamente no hay buenas noticias que contar en el primer informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El fracaso económico por impericia, y la siembra de ilusiones que tanto tiempo realizó en todos los rincones del país, están marcando su gobierno. Lo deseable es que le fuera bien, pero la soberbia con que se conducen los integrantes de su gabinete, y la que el mismo deja ver en sus conferencias mañaneras, están provocando la percepción del fracaso en amplios espacios del país. No es lo mismo hablar que cumplir, y él habló durante muchos años. Al tiempo.
Por: Vladimir Galeana Solórzano
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