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Miércoles 20 de Noviembre 2024

Perversión Democrática

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La Coyuntura | Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador es un sobredotado en cuestiones de perfidia política. Hasta ahora ha mostrado y demostrado que tiene más vidas que un gato y un amplio catálogo de artimañas para colocarse por encima de quienes han buscado por todos los recovecos políticos y legales detener su […]


La Coyuntura |

Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador es un sobredotado en cuestiones de perfidia política. Hasta ahora ha mostrado y demostrado que tiene más vidas que un gato y un amplio catálogo de artimañas para colocarse por encima de quienes han buscado por todos los recovecos políticos y legales detener su ascendente marcha para apoderarse no tan solo de las decisiones unipersonales, sino del control pleno de los componentes operativos y administrativos del esquema gubernativo del país.

Pese al tinte dictatorial que lo ha distinguido en la toma de decisiones cuando ocupó encargos públicos, o simplemente cuando le correspondió posicionarse como el dueño del Partido de la Revolución Democrática, y posteriormente del Movimiento de Regeneración Nacional, se sigue asumiendo como el demócrata que requiere y necesita este país para transformar no tan solo la forma de hacer política, sino de operación administrativa para cambiar el rostro del país. Claro está que esos cambios será llevados a cabo siempre y cuando convengan a su proyecto personal.

Hasta ahora el Presidente de la República ha delineado una estrategia que nada tiene que ver con el incremento del bienestar poblacional, sin embargo sigue siendo indispensable para millones de personas que al vivir en niveles de pobreza estarán al pendiente de sus programas de bienestar, porque regalar dinero es la parte más fácil para un demagogo como los muchos que existen en el Mundo.

La costumbre de fustigar a los adversarios políticos le ha dado resultado en infinidad de ocasiones. Pese a sus medidas dictatoriales se sigue asumiendo como un demócrata y tilda de antidemocráticos a quienes desde la Oposición cuestionan sus decisiones y la orientación populista de sus propuestas desde la cúspide del poder. Para decirlo de otra forma, nadie tiene la vocación democrática de quien todos los días le habla al país y lo pone al tanto de las bondades de su proyecto y de sus ideales, por cierto, que poco tienen de democráticos.

Que su hijo mayor sea quien encabeza la estrategia de negocios en Pemex, que sus principales colaboradores hayan sido funcionarios de primer nivel con los partidos antagónicos, y que su círculo cercano de funcionarios tengan no tan solo acusaciones de corrupción, sino que dichos actos hayan sido la constante durante su carrera pública, poco importa porque tan solo por haberse unido al líder del llamado Movimiento de Regeneración Nacional han recibido la condición de “limpios y puros”, ya que el es quien cuenta con la capacidad de limpiar prestigios y colocarlos entre los elegidos para caminar el sendero de la transformación.

Quien no se pliega a sus designios o deseos, adquieren de inmediato el carácter de “antidemócratas” y pasan a engrosar la lista de quienes tienen que ser denostados públicamente por sus numerosas huestes. Ese es el simple destino a que son condenados quienes no están con el líder de la transformación de Cuarta. El asunto de la revocación del mandato que tanto ha perseguido para eternizarse en el poder lo ha retornado a la condición de presidente por seis años, pero le urge modificar la Constitución porque no quiere pasar a la historia como el populista que menos tiempo haya durado en el ejercicio del poder porque lo tildarían de fracasado. Se avizoran tiempos difíciles para la democracia mexicana.

 

 

 

Por: Vladimir Galeana Solórzano

Vladimir.galeana@capitalmedia.mx