Pago de “lealtades” en la CNDH
El funcionario-activista dejó el cargo y lo liquidaron. Según el convenio, la CNDH desembolsó el equivalente a tres meses de salario que corresponden 437 mil 956 pesos
Dobleces |
Por: Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Sin una explicación clara, los integrantes del círculo cercano de la ombudsman, Rosario Piedra, dejan los cargos designados. Así como llegan y provocan desorden, por ignorar protocolos y obligaciones inherentes de la administración pública, botan sus responsabilidades. La CNDH se encuentra en una profunda crisis interna debido a la improvisación y la insistencia de convertir al organismo autónomo en la agencia de colocaciones del histórico comité Eureka.
La reciente “salida” de Guillermo Mario Gutiérrez Riestra como representante regional de la Tercera Visitaduría, con sede en Reynosa, es uno de los ejemplos claros de que ni los de casa se sienten cómodos y sus movimientos son oscuros. Integrante del comité Eureka y activista en aquella región fronteriza, terminó de manera voluntaria su relación de trabajo con la CNDH. Ese fue el término legal bajo el que disfrazaron una renuncia. Sin embargo, el ahora exfuncionario mintió ya que, en conferencia de prensa, afirmó que renunció a la Coordinación Regional de la Oficina con Sede en Reynosa de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, debido a los obstáculos que le pusieron para poder trabajar. El activista renunció y así cobró una liquidación poco austera.
“Solo bastaron unos pocos meses para darme cuenta que el reto de transformar la CNDH, no era cierto”, acusó.
Por su trabajo que sólo duró ocho meses —según sus propias palabras— se llevó más de 630 mil pesos con motivo de su “renuncia”. El funcionario-activista dejó el cargo y lo liquidaron. Según el convenio, la CNDH desembolsó el equivalente a tres meses de salario que corresponden 437 mil 956 pesos, más aguinaldo proporcional al ejercicio de 2020 equivalente a la cantidad de 181 mil 452 y el pago de prima vacacional proporcional al segundo semestre de 2020 equivalente a la cantidad de 12 mil 147 pesos.
El documento firmado por Luciana Montaño Pomposo, coordinadora general de seguimiento de recomendaciones y de asuntos jurídicos, señala que “la dispersión de recursos se hará en una sola exhibición y el pago se hará de manera personal y se asentará la razón para genera el acuse de recibo correspondiente, informando que la entrega del recurso se realizará en las instalaciones de la “comisión” de la oficina foránea de Reynosa.
Este es un ejemplo claro de que la improvisación y el pago de “lealtades” que impulsa Rosario Piedra queda en un desorden administrativo. Gutiérrez Riestra simula un descontento con sus “jefes inmediatos” y se fue por no comulgar con la comisión que pretende construir Piedra Ibarra a modo de la cuatroté.
Sin embargo, entre el desorden que deja Gutiérrez Riestra está una investigación en el Órgano de Control Interno en su contra y el descontento de cincuenta y ocho organizaciones de búsqueda y defensoras de derechos humanos que enviaron un documento a Piedra Ibarra en el que demandaron la separación del cargo de este funcionario ya que, en su momento, declaró que las búsquedas de desaparecidos en la zona sur del estado, Tamaulipas, son un fracaso.
De esta manera, Gutiérrez Riestra se fue despotricando contra los que le dieron un cargo, pero con las bolsas llenas gracias a su militancia en Eureka.