Otra Vez Santa Lucía
La Coyuntura | Después de mucho discutir acerca de la viabilidad de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en los terrenos de la Base Aérea de Santa Lucía, resulta que el Presidente de la República giró Instrucciones para que se proceda inmediatamente después de que el juez de la causa […]
La Coyuntura |
Después de mucho discutir acerca de la viabilidad de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en los terrenos de la Base Aérea de Santa Lucía, resulta que el Presidente de la República giró Instrucciones para que se proceda inmediatamente después de que el juez de la causa otorgue el fallo que levante las suspensiones que han evitado dicha construcción. Hasta ahora el Juez Quinto de Distrito en Materia Administrativa, Juan Carlos Guzmán Rosas, aplazó una vez más su resolución en el sentido si procede o no levantar las suspensiones que han evitado la construcción del nuevo aeropuerto.
En lo personal desconozco la motivación principal del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para mantener el proyecto de realización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en la Base Militar de Santa Lucía y adecuar las condiciones del Aeropuerto Internacional de Toluca para otorgar el servicio complementario que sustituya al hasta ahora insuficiente Aeropuerto ubicado en lo que fueran los “Llanos de Balbuena” y que ha funcionado bien pese a la saturación que se asegura tiene.
Pero también habrá que mencionar los artilugios del señor López Obrador para otorgarle una inexistente validación a la presunta encuesta que organizó a mano alzada, y con la que dijo se justificaba la decisión de utilizar Santa Lucía y Toluca como un mecanismo alterno para eficientar las operaciones aeroportuarias en el altiplano mexicano, que otorgará a los viajeros la oportunidad de disfrutar de tres terminales en lugar de una sola con altos índices de saturación.
Pero los mexicanos las siguientes generaciones seguramente se preguntarán en que estaba pensando el Mandatario cuando tomó la decisión de hacer las cosas de esa forma, cuando tirios y troyanos le advirtieron de la inviabilidad del proyecto por los costos de operación, y la incomodidad de los pasajeros al tener que recorrer enormes distancias para utilizar los servicios de tres aeropuertos de diferentes condiciones a causa de los caprichos presidenciales.
Quienes vivimos en la Capital del país no nos sorprendemos de las actitudes de quién ahora detenta la Presidencia de la República, ya que durante su gestión al frente de la Jefatura de Gobierno tuvimos que acostumbrarnos a sus caprichos personales antes que a las conveniencias de la planeación urbana realizada por profesionales. Tirar una inversión de más de ciento cincuenta mil millones de pesos de los mexicanos a la basura por un capricho personal es un mal indicio de quien debiera aspirar a ser un estadista.
De cualquier forma la determinación está tomada, aunque el cargo de los gastos repercuta directamente en el bolsillo de los mexicanos de todos los rincones del país. Tampoco le importaron los daños causados cuando decidió realizar un plantón sobre la Avenida Reforma que causó un grave daño a a la economía de quienes habitamos el altiplano mexicano. ¿Porqué habría de importarle ahora?
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Al tiempo. Vladimir.galeana@capitalmedia.