Otra más de Bolsonaro

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Esta semana la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas Michelle Bachelet se pronunció desde Ginebra sobre la situación de los derechos humanos en Brasil. La también ex presidente de Chile enfatizó el hecho de que desde hace por lo menos 15 años, el gigante sudamericano ha caído en una espiral en el que los homicidios en contra de activistas defensores de derechos humanos se han disparado. La diplomática chilena también señaló que en tiempos recientes Brasil ha vivido una reducción de los espacios cívicos y democráticos que resulta inquietante para la vigencia plena de las garantías individuales. Ante todo ello, el presidente brasileño Jair Bolsonaro le respondió a la alta comisionada diciéndole que no debía entrometerse en los asuntos internos de Brasil, que era insensato preocuparse por el respeto de los derechos humanos de los delincuentes y que si en 1973 el general Augusto Pinochet no hubiera perpetrado el golpe de Estado que encabezó en contra del presidente democráticamente electo Salvador Allende Gossens, Chile hoy sería igual que Cuba. Cabe añadir que Bolsonaro enfatizó que el padre de Bachelet, el general brigadier Alberto Bachelet quien se opuso al golpe de estado y por ello fue encarcelado y torturado, fue a juicio del hoy presidente brasileño, parte de los malvados comunistas cuya derrota Bolsonaro celebró. De esta suerte y una vez más, el ultraconservador Bolsonaro volvió a hacer una apología de un régimen asesino al que es posible atribuirle al menos cuatro mil ejecuciones extrajudiciales como fue el caso de la dictadura encabezada por Augusto Pinochet. Y en otras oportunidades Bolsonaro había elogiado a la dictaduras paraguaya, argentina y de su propio país. Con sus declaraciones el actual inquilino del Palacio de la Alvorada confirmó lo que muchos hemos inferido desde hace ya bastante tiempo, es decir, que el primer mandatario brasileño es esencialmente un imbécil.