Mal negociador
A Zoé Robledo le llueve sobre mojado, pues no sólo debe atender estos señalamientos, sino los de médicos y enfermeras que están en la primera línea de fuego sin estar equipados contra el coronavirus.
Dobleces |
La crisis de salud ha puesto a prueba la capacidad de negociación de Zoé Robledo, director general del IMSS, al grado de que en el gobierno federal ya se cuestionan algunas compras como la de 2 mil 500 ventiladores que le despachará Levanting Global Servicios LLC. Incluso hace unos días se llevó a cabo una situación compleja ya que estuvo a punto de adquirir cubrebocas a sobreprecio; sin embargo, a final de cuentas no se concretó, pero exhibió pifias y malas decisiones por la calidad de negociadores.
Quienes estuvieron en la reunió previa, relatan que Robledo Aburto trazó una estrategia para adquirir los cubrebocas, pero el proveedor, desconocido además, quería que le pagaran 4.45 dólares por pieza. El pasado 23 de marzo, el director general del IMSS citó al vendedor, quien, supuestamente, tenía 5 millones de cubrebocas modelo N95 marca 3M.
El encuentro fue en el ex Hospital del Estado Mayor Presidencial. Robledo no acudió, sino que mandó a su mano derecha, a David Razú Aznar, director de Vinculación Institucional y Evaluación de Delegaciones del IMSS, quien, de acuerdo con los enterados, tenía la instrucción de amedrentar al proveedor para que bajara el precio.
Para tal efecto, también citaron al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto. Por si fuera poco, acudió la oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Thalía Lagunas, y otros funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional y Protección Civil.
Los servidores públicos llegaron antes, posteriormente acudieron dos personas que se identificaron como vendedores de equipos de salud y que eran una especie de brokersdel verdadero proveedor, un supuesto empresario de origen uruguayo que aseguraba que los cubrebocas los tenía en México para entrega inmediata.
La presión a los intermediarios no fue efectiva. No los amedrentó el escenario, tal vez ellos también tenían las órdenes de no bajar el precio. Se dice que David Razú incluso amenazó a los dos vendedores con una estrategia que se ha utilizado en otros países para quedarse con los insumos, como es el caso de España, argumentos que tampoco fueron efectivos.
En la cuatroté ya se habla de los medios que Zoé Robledo está dispuesto a entablar para llegar a su fin, es decir, legitimar una compra urgente aún si es con sobreprecios. Lo extraño es que las autoridades se hayan prestado al juego de un proveedor que se aprovechó de la emergencia para vender con sobrecostos.
A esto, el PAN, dirigido por Marko Cortés, denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR), de Alejandro Gertz Manero, y ante la Secretaría de la Función Pública, a cargo de Irma Eréndira Sandoval, presuntas irregularidades en el contrato que otorgó el IMSS por más de 80 millones de dólares para la compra de 2 mil 500 ventiladores para pacientes graves de Covid-19.
A Zoé Robledo le llueve sobre mojado, pues no sólo debe atender estos señalamientos, sino los de médicos y enfermeras que están en la primera línea de fuego sin estar equipados contra el coronavirus.