Los otros traidores
La llamada traición a la patria por no aprobar la llamada Ley Barttlet también tuvo a sus “judas” en el interior de la cuatroté. Los nuevos aliados hicieron como que participaron, pero simplemente dejaron pasar la batalla que venía.
Dobleces |
Por: Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Entre los responsables del revés a la Reforma Eléctrica versión 4-T está el coordinador de los diputados morenistas, Ignacio Mier, se fue por la línea dura del discurso, dictado desde Palacio Nacional, y el llamado parlamento abierto sólo fue una serie de mesas de discusión y catarsis. Sin resultados vinculantes ni trabajo legislativo. El director de CFE, Manuel Bartlett y Víctor Fuentes del Villar, dirigente del SUTERM, también se encargaron de diluir la reforma eléctrica.
Los esfuerzos de Ignacio Mier en el tema de la Reforma Eléctrica fueron tibios, su trabajo se diluyó ante una agenda que priorizó lo coyuntural y lo electoral. En esa agenda, la revocación/ratificación fue primordial; lo técnico de la reforma eléctrica lo dejó en segundo plano. El coordinador parlamentario esperó los tiempos que le solicitaron para retomar el tema. En tanto, su discurso se movió entre el placebo y la narrativa de la culpa del pasado.
Por soberbia natural de la política, Ignacio Mier careció de acuerdos sólidos y pláticas firmes con los coordinadores del PRI, Rubén Moreira, del PAN Jorge Romero y del PRD, Luis Cházaro, sobre el tema de la reforma eléctrica. Los resultados están a la vista.
También falló Manuel Bartlett, director de Comisión Federal de Electricidad (CFE), su alianza con el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) no sirvió. Sólo le abrió la puerta de la impunidad al dirigente sindical Víctor Fuentes del Villar. Bartlett Díaz encontró en el dirigente sindical un aliado acomodaticio pues hasta antes de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, los dirigentes del sindicato electricistas eran abiertamente priistas.
Por décadas, la dirigencia del SUTERM estuvo aliada al PRI, Víctor Fuentes del Villar es heredero de ese amasiato entre el partido tricolor y la dirigencia sindical. Leonardo Rodríguez Alcaine, dirigente de la CTM tras la muerte del histórico cetemista Fidel Velázquez, heredó el lugar a su sobrino Fuentes del Villar en la dirigencia del SUTERM en 2005, cuando falleció. Por ello es que Víctor Fuente lleva en su ADN político los resabios del viejo partido en la estructura de ese sindicato.
La llamada traición a la patria por no aprobar la llamada Ley Barttlet también tuvo a sus “judas” en el interior de la cuatroté. Los nuevos aliados hicieron como que participaron, pero simplemente dejaron pasar la batalla que venía.
Fuentes del Villar apoyó la reforma energética de Enrique Peña Nieto, que era privatizadora y ahora respaldó —sólo en discurso— una para fortalecer a la empresa en generación y transmisión de energía. En menos de 10 años apoyó la visión neoliberal y ahora la nacionalista.
Los legisladores de oposición sólo votaron, pero la reforma ya se encontraba en la lona desde que la tuvieron en sus manos, los personajes que lejos de sumar a la cuatroté le restan. A final de cuentas, no supieron capitalizar un tema y ahuyentaron a los especialistas que no pudieron defender un capricho político no técnico.