Los alcaldes pueden ser la solución
Estamos tan enfrascados con las grandes controversias nacionales y con las mañaneras, que hemos dejado de ver a uno de los eslabones de la transformación social más importantes del país. Fortalecer adminstrativa, jurídica y financieramiente a los municipios es una tarea institucional en la que debemos trabajar con mayor fuerza.
Juan Carlos Zepeda*
El 6 de junio del año que entra casi 95 millones de electores registrados en todo el país tendrán la oportunidad de participar en las elecciones más grandes de nuestra historia, en donde estarán en juego más de 21 mil cargos de elección popular.
Además del reto de organizar una elección en medio de la pandemia, existe el de dimensionarlo desde una perspectiva un poco distinta, no solo a partir de la batalla por la renovación del Congreso Federal y las 15 gubernaturas, sino a partir de aquellos que en la realidad, pueden transformar este país: los alcaldes. Ellos son la clave. Como decía el politólogo Benjamin Barber, “a diferencia de los presidentes o gobernadores, que deben tener una ideología, una meta-narrativa y un partido, los alcaldes deben ser pragmáticos, dar resultados; atender los temas y agendas del ciudadano.”
En esta elección serán renovados 1,926 ayuntamientos de los más de 2 mil 400 del país. Las y los presidentes municipales, que reciben de primera mano las necesidades ciudadanas, muchas veces son ignorados por los mismos partidos a los que representan cuando se trata de establecer prioridades de política pública, y en ocasiones también subestimados por quienes vamos a ejercer nuestro voto.
Entre su responsabilidades destacan servicios tan importantes como el agua potable, drenaje y alcantarillado; alumbrado público; manejo de la basura; mercados y centrales de abasto; equipamiento de calles, parques y jardines, y claro, la seguridad pública en temas de policía preventiva municipal y tránsito. Nada más y nada menos.
Pese a ello, especialistas de todos los perfiles han subrayado en estos últimos años de transiciones políticas que aún no se ha logrado establecer una agenda efectiva a este nivel de gobierno que logre el desarrollo, el crecimiento y el bienestar de la sociedad local a partir de estas figuras. ¿Por qué? Tres posibles causas: la distribución inequitativa del ingreso de la Federación hacia los municipios, la imposición de decisiones desde el centro y por la falta de recursos humanos calificados y competentes, atrapados -antes de la reciente posibilidad de reelección inmediata- en relevos cada tres años que poco o muy poco les dejaba hacer.
Por ello, uno de los puntos que debe ser sujeto de mayor presión pública es la reducción de los fondos municipales para el 2021, en donde dejarán de recibir más de 4 mil millones de pesos (mdp) del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad, casi 1,100 mdp de recortes al Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento a los Municipios; la eliminación de los recursos del Fondo Minero (3 mil 700 mdp hasta el 2018), de Pueblos Mágicos (586 mdp) o de Apoyo al Migrante (300 mdp), por mencionar solo algunos.
Estamos tan enfrascados con las grandes controversias nacionales y con las mañaneras, que hemos dejado de ver a uno de los eslabones de la transformación social más importantes del país. Fortalecer adminstrativa, jurídica y financieramiente a los municipios es una tarea institucional en la que debemos trabajar con mayor fuerza.
* Maestro en Historia del Pensamiento.
Socio Director de FWD Consultores.