Las dos hermanas: Salud y economía
Porque no todos los países piensan igual. Hay quien no tiene los presupuestos. Pero se da el caso de quien teniéndolos no entiende que las dos hermanas: la Salud y la economía caminan de la mano.
Hic et Nunc |
Por: Carlos Herrero
Nadie en su sano juicio puede dejar de pensar en la crisis de salud y económica que hemos vivido y vivimos.
Prácticamente todos los países han pasado por las mismas situaciones de contagio, defunciones y carencias del sistema sanitario. Antes de esta crisis creíamos que la epidemiologia era una ciencia cercana a lo exacto y nos hemos dado cuenta de que navega solamente entre lo probabilístico.
La ecuación salud – economía se ha resuelto con desigual eficiencia en diferentes países. La India sigue siendo un desastre. Mexico sobrevuela la mejoría con un abasto corto de vacunas pero con un buen proceso de vacunación.
A finales de abril, más del 55% de la población de Israel ya está vacunada. Estados Unidos ha aplicado 200 millones de dosis. Chile tiene a más de la mitad de la población vacunada. Tres países completamente distintos, con procesos diferentes de vacunación, pero despejando correctamente las incógnitas de la ecuación salud – económica.
Mientras los países europeos se debaten entre presupuestos, procesos de vacunación y fiscalización de los apoyos económicos, ni su salud ni su economía se resuelven adecuadamente.
Las decisiones deben ser visionarias y comprometidas. Los países que han aplicado el modelo de vacunación rápida y masiva para lograr la inmunidad de rebaño han reactivado lógicamente su economía de una forma inmediata.
Las calles de Israel y de Estados Unidos, sus tiendas, sus restaurantes, sus servicios públicos de transporte vuelven a la normalidad y parece que casi no ha sucedido lo que Ángela Merkel calificaba de la peor crisis mundial después de la Segunda Guerra Mundial.
A base de golpes, sorpresas, estadísticas y análisis, hay países que han entendido que si hay Salud, hay orden y ley en la casa, que es lo que significa la palabra economía.
La generación Millenial, si es que está realmente existe, tendrá que mostrarnos la mejor manera de levantar el vuelo reconociendo que la salud no es una vía instancia, sino algo esencial para el desarrollo de sociedades equilibradas.
El cubrebocas debería permanecer, como la calavera sobre dos huesos cruzados, como un símbolo de que se el ser humano se olvida de lo esencial, que la salud es la clave de toda economía; no enfermamos, nos morimos y se destruye lo que tanto esfuerzo ha costado levantar.
La salud y la economía son dos hermanas que caminan juntas para construir un presente y un futuro que juegan demasiado con las incertidumbres y con las incógnitas.
Un gobierno como Israel que ha pagado tres veces el valor de las vacunas, no ha perdido dinero, ha invertido en la renovación de un negocio que se llama economía de país. Estados Unidos conocedor de su capacidad para reactivarse y para generar medicamentos por su inversión en tecnología y desarrollo, no ha dudado en gastar en serio en lo que puede sostener su economía a corto, mediano y largo plazo.
Porque no todos los países piensan igual. Hay quien no tiene los presupuestos. Pero se da el caso de quien teniéndolos no entiende que las dos hermanas: la Salud y la economía caminan de la mano.