Las desgracias de Robles
Dobleces | La presión y el peso del Estado en contra de Rosario Robles, encabezado por Morena, viene de un par años atrás de los videoescándalos de 2004. Ella, en la actualidad, encarna el mayor desprecio por parte de los integrantes del partido en el poder. Ahora al iniciar juicio político contra la extitular de Sedesol […]
Dobleces |
La presión y el peso del Estado en contra de Rosario Robles, encabezado por Morena, viene de un par años atrás de los videoescándalos de 2004. Ella, en la actualidad, encarna el mayor desprecio por parte de los integrantes del partido en el poder. Ahora al iniciar juicio político contra la extitular de Sedesol se exhibe la obsesiva persecusión en su contra. La consigna es que debe pagar sus acciones “traicioneras” del pasado.
Al conocer las intensiones del legislativo sobre Robles Berlanga, su equipo de abogados señaló que el juicio politico, contra Rosario Robles es un “Juicio de Estado” que se ha orquestado desde los tres Poderes de la Unión; con la intención; no sólo de mantenerla arbitrariamente en prisión, sino para borrarla del mapa político nacional y principalmente condenarla de forma anticipada, sin que haya un proceso judicial de por medio.
En todo caso, Morena debe llevar al banquillo —en los próximos meses— a más personajes del periodo neoliberal de lo contrario, el caso Robles quedará marcado como el de la consigna personal y la vendetta. Pero eso sólo lo saben personajes como la diputada Tatiana Clouthier quien reactivó la demanda de juicio político contra la extitular de Sedatu, por ello es que Morena tiene en el encordado a Robles Berlanga.
Y es que la caballada legislativa en San Lázaro está lista para llevar hasta los extremos el caso de Rosario Robles por el caso de la Estafa Maestra. Aunque detrás de esta nueva acción en contra de la carrera de la exjefa de Gobierno, se encuentra un antecedente de molestia que se mantiene fresco desde su paso por la Jefatura de Gobierno y luego al frente del PRD.
Terminaba agosto de 2002 y las portadas de los principales diarios mostraban a una sonriente Rosario Robles, en aquel entonces dirigente del PRD, junto a su homólogo del PRI, Roberto Madrazo Pintado, tras la firma del Acuerdo Político por México. Ese momento político provocó el enojo del entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador; con ello vino la ruptura definitiva con Robles. Lo demás fueron gotas de coraje sumadas a la hiel.
El desplante del exjefe de Gobierno fue monumental, de acuerdo con testigos de ese pasaje. Sin titubeos cuestionó: ¿Para quién juega Rosario? ¿Qué no sabe que Madrazo es mi enemigo, que representa a Salinas? ¿Por qué no me avisó? A partir de ese día, López Obrador no volvió a tomarle la llamada a la presidenta nacional del partido del sol azteca.
Ahora, a 17 años de distancia, la confrontación vuelve, pero le cobran a Robles un pasado que generó a la postre la ruptura del partido que los aglutinaba.
Sus abogados advierten que “la venganza política se refuerza al quedar comprobado que el Poder Legislativo pretende emitir una sentencia anticipada en contra de Rosario Robles aún y cuando los tribunales correspondientes no han concluido el proceso judicial”.
Y los legisladores asestaron el golpe final al ratificar la procedencia de un juicio político contra la exfuncionaria federal Rosario Robles, y a más tardar en marzo quedará resuelto ese procedimiento y el descenlace hasta obvio se prevé.
Por: Israel Mendoza Pérez
@imendozape