La Realidad Y Los Retos

De Oficio Reportero |

En una ciudad como lo es la capital del país, y especialmente en materia de seguridad, se tienen dos escenarios que debe atender la autoridad. Principalmente, la que denota cifras de desconfianza entre la población y los inherente a la seguridad.

No hay recetas mágicas ni funcionarios que al atender la seguridad, no tengan que enfrentar quizá el mayor reto de la realidad capitalina. Hablar del catálogo de delitos que se cometen en la CDMX, es abrir un abanico que si antes estaba limitado, hoy parecería uno de los que usó un grupo español que se llamó Locomía.

Y aquí una muestra. Bajo el término de robo, lo hay a transeúnte, de automóvil, de comercio, a casa habitación, a cuenta habientes y otros. Pero lo hay con violencia, sin violencia e incluso con asesinatos de víctimas. A transporte público, a de carga. Vamos no hay nadie ni nada que se salve de la delincuencia.

Ser policía y ser jefe de la policía implica decisión, preparación, estructura, personal y de equipo. Análisis, conocimiento de la ciudad. Los puntos más conflictivos que desgraciadamente ya son todos, o casi todos. Eso es de adentro para afuera, al exterior, la corrupción de Ministerios Públicos, Jueces y antes, de agentes de investigaciones, o uniformados. Se trata de un verdadero reto, subdividido en varios.

El arribo a la policía uniformada de la CDMX, de Omar García Harfuch, con un currículum como ningún jefe de la Policía ha tenido, dice mucho y mas dice ante los retos.

García Harfuch, viene en línea directa de otro gran policía y político o a la inversa. Javier García Paniagua. A su vez, hijo del general de División, Diplomado del Estado Mayor Presidencial y ex secretario de la Defensa Nacional, en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y todo lo que tiene que ver con los hechos de 1968 en Tlatelolco.

Sin embargo, y con luz propia, Omar García Harfuch, sabe y sabe bien, que la acción inicial que ya empezó, es combatir el Robo, el narcomenudeo, la delincuencia mas desbocada . Como, lo hará, pregunta la sociedad. Deteniendo y enviando a la cárcel a los infringen la ley. Que habrá sobre población carcelaria en meses, sin duda.

Que se exhibirá a ministerios públicos y jueces corruptos, sin duda. Que se deje trabajar a quien sabe, sin duda.

Que se le de tiempo para organizar lo desorganizado al interior de la policía, sin duda .

Que se entienda que no es con jalones de orejas o abrazos. O apapachos como se defenderá a la sociedad, sin duda.

Que si no lo dejan trabajar con la Ley en la mano, costará mas de lo que imaginan las autoridades superiores, sin duda.

Así entonces. Tiempo. Poco pero tiempo.

Por: Raúl Sánchez Carrillo

sanchezcarrillo.tv