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Martes 19 de Noviembre 2024

La impunidad de Lozoya

 

Nadie imaginó que Emilio Lozoya seria aparentemente llevado al Hospital Médica Sur. Sin presión de los representantes de los medios, fue llevado al Hospital Angeles del Sur de donde saldría a su casa. 


De Oficio Reportero |

Primero lo exhibieron esposado e ingresando a una cárcel en España.

Con su abogado entonces, el ex fiscal de Hierro, Javier Coello Trejo, Emilio Lozoya fue negociando su papel de testigo protegido , a cambio de una serie de ventajas. Todo el tema del ex director de Pemex fue contar su experiencia como operador de corrupción a funcionarios y políticos mexicanos, a través de Odebrecht, una firma brasileña que repartió e igual, sigue repartiendo millones de dólares  cambio de jugosos contratos.

 En otros países del mundo.

Los meses de isión, las largas conversaciones con su defensor y a estrategia de vender muy cara toda la información que tuvo y conservó de cuanto se le dio y cada uno de los que agarraron millones, hicieron de Emilio Lozoya una personalidad que había que traer a México, extraditado.

Pasó el tiempo y tras amenazas de dar conferencias de prensa con videos de los momentos de las entregas millonarias y obviamente que cubrían de lodo a todos los involucrados, Emilio Lozoya Austin, hijo de Emilio Lozoya Talman ex director de Aeromexico en el sexenio del presidente José López Portillo, se fue dando a desear por las autoridades mexicanas que, a través de la Fiscalía General de de la República con el doctor Alejandro Gertz Manero, hasta negociar su regreso a México, ya sin Coello Trejo en su defensoría pero si con el Juez Baltazar Garzón cuya fama anti corrupción, le permitió establecer paso a paso, que iba a ser del ex director de Pemex.

Llegó en un avión de la ex Procuraduría General de la República. Hoy Fiscalía autónoma. Bajó en el Hángar correspondiente en medio de un severo aparato de seguridad. Se supone que lo revisaron varios médicos y, se determinó su traslado a un penal. Pocas veces se puede engañar a los reporteros, que se fueron con la finta al salir un vehículo conocido como Rinoceronte, por imponente , blindado y aparatoso, seguido por patrullas, vehículos con torreta y los reporteros en motocicleta.

Nadie imaginó que Emilio Lozoya seria aparentemente llevado al Hospital Médica Sur. Sin presión de los representantes de los medios, fue llevado al Hospital Angeles del Sur de donde saldría a su casa. 

Ojo, en el Hospital, nadie lo vio. Nadie puede afirmar en que suite estuvo. Nadie.

Y así, mientras la Fiscalía General de la República se encargaba de su custodia e inclusive , de su brazalete de brazalete de monitoreo, que el que esto escribe tiene sus dudas de dicha instalación, puesto que de haber salido del domicilio, hubiera sido escoltado por lo menos hasta el Restaurante Hunan de las Lomas .

Llegó acompañado de tres mujeres jóvenes y un hombre. Pidieron Calamares Fritos, una botella de vino de 5 mil pesos. Aguas minerales, Tacos de Lechuga, pato Laqueado, especialidad en el Hunan y arroz frito mixto.

La periodista Lourdes Mendoza, acusada de recibir de Lozoya una Bolsa de Mujer muy costosa, estaba cenando y como toda buena reportera, llegó a un costado de la mesa de Lozoya y le tomo varias fotos. Lozoya se sorprendió y a continuación, ya ni cenó. Se fue. Las fotos corrieron como pólvora.

El escándalo por la impunidad de Emilio Lozoya, siguen agitando las redes.

 Alejandro Gertz Manero, no ha dicho ´´esta boca es mía ´´.

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