La derrota es huérfana
Los ahorros sufrieron una merma y pues ni cómo darles un pellizco, porque la familia entera se deja venir sin decir agua va, con justa razón.
El Pico del Pollo |
Por: Alfredo Albíter Sánchez
“Ora” resulta que “siempre estuve contigo, yo fui de los que creyeron en ti, no es por nada, pero sabía que saldríamos con la victoria”, así sin escalas y “pa´qué” esperar tanto, hay quienes ya pretenden que se les extiendan cheques en blanco o por lo menos se les asegure una “escurridita”, pues de poco en poco hay la llevamos”.
Caray, cómo se extrañaban esos momentos en donde todo se vuelve alegría, donde de nueva cuenta dan esos aires de “ábrete que viene el jefe” de “no me olvide, ya sabe que yo me la jugué con usté”. “Ora”, si hay que pedir saquen los cubiertos para fiestas, pues ya tenemos harto que festejar de nueva cuenta. “Ganamos compadre, ganamos, te lo dije, esta era la nuestra”.
Pero qué tal del otro lado; incredulidad, gastritis, colitis y todo lo que termine en “itis”, pero sólo en la soledad, ni quien le pase a uno, aunque sea un Almax para el ardor de “panza”. Todo se ha vuelto silencio y apenas los ruidos de la calle desconcentran en la décima tercera vuelta al análisis de qué faltó, cómo fue, qué no se hizo o qué se dejó de hacer. Caray, todo estaba tan planchado que nadie se percató que las preferencias estaban jalando “pa´llá y no pa´cá”. Los teléfonos han dejado de sonar, las sillas de recepción están vacías y el “pinche” compadre se inventó un trabajo urgente en el norte del país para no ver las tristezas.
Bueno, hasta aquí las cosas quedan en casa, en corto y puede ser que el dolor vaya aminorando -como todo en la vida se va asimilando-, pero ahí te viene otro corajito.
Proveedores ya están formados para cobrar servicios y demás. Por obvias razones, los recursos disminuyeron y las aportaciones, pues ya no las hay. Los ahorros sufrieron una merma y pues ni cómo darles un pellizco, porque la familia entera se deja venir sin decir agua va, con justa razón.
Y el “pinche” compadre que no regresa para que haga el paro con un préstamo, digo, mínimo con unos alcoholes para hacer más llevadera esta maldita broma del destino, porque como ya dijimos, la derrota es huérfana. Aunque también es cierto, algunos meditarán recorriendo sus propiedades a caballo, siempre desde un “cuaco” pura sangre se ven mejor las cosas.
La rabadilla del Pollo
Pollos en el tejado me dicen que la jornada electoral nos distrajo un poco de la sequía. El tema del agua es uno que más temprano que tarde se deberá abordar con la seriedad que el caso reclama.
Hay pocos que conocen a fondo el tema y tienen herramientas reales, para revertir gradualmente el fenómeno, el tema está en que dejen fuera esas manos que todo lo encarecen o pretenden hacerse millonarios de un jalón…
El tema ya no acepta que se deje para después, no hacer algo, significa padecimiento por la escasez del líquido, pero también será un problemón para las nuevas generaciones, los que por cierto son nuestros hijos y nietos…
Shalom.
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