La casa gris de la corrupción
No cabe duda de que la casa gris de la corrupción ha revelado que en los tiempos de la 4T, ganan los amiguismos, gana la familia presidencial, gana la corrupción y lamentablemente, pierde México.
Kenia López Rabadán*
No cabe duda que el gobierno del Presidente López Obrador va sumando más y más decepciones. Todo lo que prometieron durante años de campaña, hoy ha quedado enterrado en el mar de corrupción.
Esta semana, el Presidente de la República dijo que los periodistas deberían pedirle disculpas a su familia por dar a conocer la casa gris de la corrupción ¿Cómo se atreve el primer mandatario de México exigir disculpas, cuando recientemente se sabe que el grupo Vidanta está teniendo privilegios que obviamente son consecuencia del tráfico de influencias con su familia?
El grupo hotelero Vidanta que pertenece a la familia Chávez -con quienes trabaja el hijo mayor del presidente López Obrador-, bajo la administración Morenista recibió una ampliación por 15 años a su concesión para la construcción de un hotel de lujo en la Riviera Nayarita. Sin duda, este proyecto turístico ha destapado el favoritismo que tiene el gobierno por este consorcio hotelero. En contra parte, han dejado en el abandono a la población oriunda de la zona.
El gobierno federal ha permitido la destrucción de los manglares, el cambio de cauce del río Ameca, la destrucción del hábitat de especies endémicas y dejaron sin fuente de ingresos a cientos de familias. No cabe duda que la destrucción de las zonas naturales, es el sello distintivo del gobierno del Presidente López Obrador.
Aunque, no es el único conflicto de interés que existe dentro del gobierno morenista. Con la denuncia del abogado Juan Collado, se ha destapado también una red de extorsión desde la cúpula del poder en México. Aquí hay dos posibles líneas de corrupción que deben ser investigadas: la primera, relacionada con la Consejería Jurídica de Presidencia; y la segunda con la Unidad de Inteligencia Financiera.
Según lo publicado en diversos medios de comunicación y de las declaraciones realizadas por Collado, tanto de la Consejería Jurídica como de la UIF, lo extorsionaron y chantajearon para que entregara fuertes sumas de dinero y vendiera una empresa financiera, todo a cambio de su libertad.
Por más que intenten ocultarlo, en el gobierno de la 4T son corruptos y esto debe ser investigado con imparcialidad y responsabilidad por las autoridades ministeriales.
La Fiscalía y la Secretaría de la Función Pública deben investigar las redes de corrupción, extorsión y asociación delictuosa que pudieran existir en los casos de Vidanta, la casa gris y el caso de Juan Collado. Ya basta de que los delitos que cometen los servidores públicos de Morena queden impunes. El pueblo de México necesita justicia y verdad.
No cabe duda de que la casa gris de la corrupción ha revelado que en los tiempos de la 4T, ganan los amiguismos, gana la familia presidencial, gana la corrupción y lamentablemente, pierde México.
*Senadora. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos