Jornada Mundial de la Paz 2021
El papa Francisco propone, en nueve incisos, la necesidad de cuidar diversas acciones humanas. Presento, en seguida, una breve selección de textos
Por: Roberto O’Farrill Corona
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Desde hace medio siglo, cada primer día del año se celebra la Jornada Mundial de la Paz, a iniciativa de la Santa Sede, con el propósito de mover la atención hacia las acciones que la humanidad habrá de emprender para prevenir guerras y promover la paz en el mundo. Para el año 2021, en su Mensaje para la celebración de la 54 Jornada, titulado “La cultura del cuidado como camino de paz”, el papa Francisco propone, en nueve incisos, la necesidad de cuidar diversas acciones humanas. Presento, en seguida, una breve selección de textos:
1) “El año 2020 se caracterizó por la gran crisis sanitaria de COVID-19, que se ha convertido en un fenómeno multisectorial y mundial, que agrava las crisis fuertemente interrelacionadas, como la climática, alimentaria, económica y migratoria, y causa grandes sufrimientos y penurias… …Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día.
2) Dios Creador, origen de la vocación humana al cuidado: En la Biblia, el Libro del Génesis revela, desde el principio, la importancia del cuidado o de la custodia en el proyecto de Dios por la humanidad.
3) Dios Creador, modelo del cuidado: La Sagrada Escritura presenta a Dios no sólo como Creador, sino también como Aquel que cuida de sus criaturas.
4) El cuidado en el ministerio de Jesús: La vida y el ministerio de Jesús encarnan el punto culminante de la revelación del amor del Padre por la humanidad… …En la cúspide de su misión, Jesús selló su cuidado hacia nosotros ofreciéndose a sí mismo en la cruz y liberándonos de la esclavitud del pecado y de la muerte. Así, con el don de su vida y su sacrificio, nos abrió el camino del amor.
5) La cultura del cuidado en la vida de los seguidores de Jesús: Las obras de misericordia espirituales y corporales constituyen el núcleo del servicio de caridad de la Iglesia primitiva… …Habiendo superado las persecuciones de los primeros siglos, la Iglesia aprovechó la libertad para inspirar a la sociedad y su cultura. Las necesidades de la época exigían nuevos compromisos al servicio de la caridad cristiana. Las crónicas de la historia reportan innumerables ejemplos de obras de misericordia. De esos esfuerzos concertados han surgido numerosas instituciones para el alivio de todas las necesidades humanas: hospitales, hospicios para los pobres, orfanatos, hogares para niños, refugios para peregrinos, entre otras.
6) Los principios de la doctrina social de la Iglesia como fundamento de la cultura del cuidado: Cada aspecto de la vida social, política y económica encuentra su realización cuando está al servicio del bien común, es decir del conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección.
7) La brújula para un rumbo común: Debe reafirmarse la protección y la promoción de los derechos humanos fundamentales, que son inalienables, universales e indivisibles… …Qué valiente decisión sería constituir con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares un Fondo mundial para poder derrotar definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de los países más pobres.
8) Para educar a la cultura del cuidado: La promoción de la cultura del cuidado requiere un proceso educativo y la brújula de los principios sociales se plantea con esta finalidad, como un instrumento fiable para diferentes contextos… …Las religiones en general, y los líderes religiosos en particular, pueden desempeñar un papel insustituible en la transmisión a los fieles y a la sociedad de los valores de la solidaridad, el respeto a las diferencias, la acogida y el cuidado de los hermanos y hermanas más frágiles.
9) No hay paz sin la cultura del cuidado: En este tiempo, en el que la barca de la humanidad, sacudida por la tempestad de la crisis, avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la brújula de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común. Como cristianos, fijemos nuestra mirada en la Virgen María, Estrella del Mar y Madre de la Esperanza. Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada, sino comprometámonos cada día concretamente para formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros”.