Jalisco Nueva Generación Cártel de Cárteles
La Coyuntura | Hay muchas cosas que tienen que decirse de la forma más cruda para comenzar a meditar que es lo que se requiere, y la forma en que el Estado Mexicano realizará una de sus tareas más prioritarias. Habrá que señalar que las cosas no están bien en muchos de los casos del […]
La Coyuntura |
Hay muchas cosas que tienen que decirse de la forma más cruda para comenzar a meditar que es lo que se requiere, y la forma en que el Estado Mexicano realizará una de sus tareas más prioritarias. Habrá que señalar que las cosas no están bien en muchos de los casos del que hacer gubernamental, y aunque no es una circunstancia novedosa, lo cierto es que poco se ha hecho para remediar los grandes males que padecemos los mexicanos desde hace infinidad de años.
Y no es que trate de desestimar las tareas que realizan los cuerpos policiales de los tres ordenes de gobierno en todas las latitudes del territorio nacional, pero si algo tenemos que lamentar es que hasta ahora ninguna estrategia ha dado resultados que dejen satisfechos a nuestros compatriotas, quienes ante la ineficiencia y la ineficacia no han tenido otro camino más que ceder a las presiones de quienes los agobian para que entreguen parte de sus bienes. El cinismo delincuencial es inversamente proporcional a la inefectividad de nuestras policías.
Para decirlo de otra forma, los mexicanos estamos inermes ante la sofisticación de la operatividad de los miembros del crimen organizado que cada día se fortalece porque cuentan con mayor sofisticación, tecnología, organización y crueldad. Y la muestra es que los grupos hegemónicos se están encargando ahora de marcar la diferencia y han comenzado la tarea de exterminar a los minoritarios. O se pliegan a las disposiciones de quienes controlan los territorios por su mayor logística y armamento, o simplemente se condenan a sufrir el más horrendo de los destinos.
Desde hace tiempo hemos observado en videos insertos en las redes sociales a cientos de vehículos rotulados con las siglas del Cartel de Jalisco Nueva Generación, circulando en caravanas de más de cien unidades sin que nadie ose colocarse a su paso porque hasta ahora sus miembros se están distinguiendo por su sanguinario perfil, y quienes mayores daños físicos infligen a sus víctimas antes de terminar con su vida. Para ser más claro, estamos ante una barbarie nunca concebida.
Pero también hay que señalar que esta circunstancia no es nueva, porque ese cartel no se formó de la noche a la mañana, y pese a que se anunciaban por todos lados nunca nadie hizo nada desde las esferas gubernamentales federales y estatales. Los resultados de ese descuido están a la vista, porque ahora tienen enfrente un monstruo de mil cabezas que será muy difícil exterminar ya que cuentan con armamento de mayor sofisticación que el utilizado incluso por las propias fuerzas armadas del país.
El descuido y la desidia de los gobiernos anteriores fue mayúsculo, pero quien ahora esta al frente del país se ha preocupado más por ser un magnánimo y generoso gobernante con las clases desprotegidas, y permisivo a la hora de aplicar la ley a los delincuentes de todo el país. Para decirlo de otra manera, los mexicanos estamos inermes ante la violencia producida por el crimen organizado porque quien tiene que velar por nuestra seguridad prefiere los abrazos a los balazos. El problema es que hasta ahora a nosotros es a quienes nos tocan los balazos. Así de simple. Al tiempo.
Por: Vladimir Galeana Solórzano