Impunidad para los serviles
Los allegados del gobierno, incluidos sus bots, han querido desviar la atención de lo fundamental: que un delincuente confeso no haya pisado la cárcel.
Por: Kenia López Rabadán*
Este fin de semana, se dio a conocer un nuevo escándalo de impunidad, me refiero a las fotos de Emilio Lozoya cenando en un lujoso restaurante de la Ciudad de México, imágenes captadas por la periodista Lourdes Mendoza.
En la mañanera de este lunes, el Presidente López Obrador dijo que fue una imprudencia. La verdad es que el Presidente está siendo muy condescendiente. No es una imprudencia, es el ejemplo claro de la impunidad. El señor Lozoya es un corrupto confeso que ya aceptó que recibió dinero y para evadir la prisión, está atacando infundadamente a opositores e incluso a periodistas.
También López Obrador se refirió a Lozoya como testigo protegido, pero en realidad como debería referirse a él, es como un servidor público corrupto. Las cosas deben ser nombradas por su nombre.
No debemos olvidar que al parecer, Lozoya recibió 14 millones de dólares por sobornos, está acusado de cohecho, operaciones con recursos de procedencia ilícita y de asociación delictuosa.
Lo acontecido este fin de semana, manda un mensaje muy negativo a la ciudadanía: se puede ser un corrupto e incluso aceptar que recibiste sobornos, pero si le ayudas al gobierno a sus venganzas, puedes conservar tus privilegios y tener ese nivel de vida. Esto en un verdadero Estado de derecho, no se debería permitir.
El criterio de oportunidad del cual es sujeto el señor Lozoya, debería de redituar en dos aspectos: aprehender a un delincuente más grande que él y en recuperar el dinero recibido por los sobornos, sin embargo, en este caso, ninguna de las dos cosas se ha logrado.
Lo único que sí ha hecho es perseguir opositores y periodistas. Precisamente Lourdes Mendoza, la periodista que tomó y dio a conocer estas fotos, es señalada por Lozoya.
Según las declaraciones realizadas ante la Fiscalía General de la República, se acusa a la periodista de haber recibido, supuestamente, una bolsa de mujer.
Es evidente que el Presidente de la República debe fijar una posición clara en contra del proceso que se le está siguiendo a Lozoya. Si no lo hace, demostrará que efectivamente Lozoya le está ayudando a sus venganzas personales. Por eso señala a uno de los mayores opositores a este gobierno que es Ricardo Anaya.
Los allegados del gobierno, incluidos sus bots, han querido desviar la atención de lo fundamental: que un delincuente confeso no haya pisado la cárcel. Este gobierno lo ocupa para sus venganzas y todavía cena en restaurantes en donde el 99% de los mexicanos no pueden pagar una cuenta.
Una vez más intentan descalificar al mensajero sin atender el mensaje de impunidad que representan estas fotos. Al final de cuentas, para este gobierno: impunidad para los serviles.
*Senadora, presidenta de la comisión de Derechos Humanos