Fonacot, en el oscurantismo
Dobleces | Con una carrera más académica y sin solidez la administración pública, Alberto Ortiz Bolaños, titular del Fonacot, se siente firme en su cargo, pues llena el requisito de la cuatroté para estar en un puesto público: tener el 10 por ciento de experiencia. El 7 de diciembre de 2018, la secretaria del Trabajo, Luisa […]
Dobleces |
Con una carrera más académica y sin solidez la administración pública, Alberto Ortiz Bolaños, titular del Fonacot, se siente firme en su cargo, pues llena el requisito de la cuatroté para estar en un puesto público: tener el 10 por ciento de experiencia.
El 7 de diciembre de 2018, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján celebraba la llegada de Ortiz Bolaños a Fonacot por dos razones: ser especialista y honrado. Sin embargo, está reprobado en transparencia, prima hermana de la honradez, ya que se niegan a que sus malos manejos sean expuestos ante la opinión pública, pues, aunque algunas de sus operaciones fueron identificadas como factores de alto riesgo por la Auditoría Interna, han decidido reservar la información durante los próximos cinco años. Es decir, terminará el sexenio y los resultados de las auditorías a Ortiz Bolaños a penas se conocerán.
Al solicitar la auditoría 04/2019, el Comité de Transparencia argumentó que no podría entregarla ya que “contiene observaciones que actualmente se encuentran en etapa de seguimiento”, es decir, están tratando de corregir sus errores. Sin embargo, entre las faltas cometidas por Ortiz Bolaños, el Auditor Interno, Guillermo Ventura, encontró la violación de 20 leyes y reglamentos durante la creación del Fondo de Protección de Pagos, mecanismo con el que Fonacot se respalda si los trabajadores acreditados no pueden cumplir con sus mensualidades en caso de desempleo, invalidez o fallecimiento.
Sobre el tema, incluso les recuerda que, aunque el argumento de los involucrados haya sido la supuesta intención de beneficiar a los trabajadores, “esto no puede ser contraviniendo disposiciones legales”.
Y todo se le enreda con facilidad a Ortiz Bolaños por su falta de asesores que le hagan ver los errores y no sólo le digan al oído el orgullo de pertenecer a la 4-T. Aduladores se les llama.
Entre los artículos quebrantados se encuentran seis de la Ley Infonacot, dos del Reglamento de la Ley del Infonacot, uno de la Ley de Instituciones de Crédito, tres de la Ley del Mercado de Valores, dos Disposiciones de Carácter General aplicables a los Organismos y Entidades de Fomento, tres artículos del Estatuto Orgánico y del Código de Principios y Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo, entre otros.
El documento, en poder de este espacio, revela además que las nuevas tasas de interés están por debajo de las tasas propuestas por la Subdirección General de Administración de Riesgos.
Pero eso no es todo, ya que los desatinos se extienden a la parte operativa y de administración, por lo que les fue recomendado que el riesgo fuera eliminado, mitigado y finalmente transferido a un tercero.
Antes esto, es evidente que dichas acciones, Ortiz Bolaños quebranta uno de los principios fundamentales dictados por el presidente de México, quien en repetidas ocasiones se ha empeñado en defender la transparencia con que presuntamente se conduce su gobierno, así como el cero tolerancia a la corrupción.
Lo extraño es que ante la opacidad sobre la auditoría llega el “sospechosismo” ya que no se han pronunciado ni la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, ni la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y qué decir del recién desempacado, Juan Pablo Graf, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) quien a penas se entera de esa serie de trampas.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape