El tiempo pasa rápido

El Pico del Pollo |

Por: Alfredo Albíter Sánchez

Alado, mi querido polluelo, cuánto tiempo sin verte, fíjate que te traigo en la mente desde hace como tres semanas. Te invito un café, cuándo y dónde digas, ya sabes que estoy a las órdenes.

Dos o tres veces se ha repetido esta historia en los últimos días y la verdad es que me gusta, no soy un pollo que le guste mucho la soledad, reconozco, la pandemia me ha puesto de malas por momentos al perder el contacto con la gente. Como diría una gurú, “soy un animal primario y requiero del contacto humano”.

Así es que no me quejaré, pero sí dejaré para la anécdota el tema de aquellos y aquellas cuya ausencia de mi vida lleva más de cuatro años.

Claro, comenté con alguno de esos personajes, hace tres años te busqué para platicar y andabas muy ocupado. Recuerdas, fueron como siete veces las que intenté contactar contigo. Pero ahora tengo mucho tiempo. Vale, pero ahora yo ando un poco apretado de tiempo.

Bueno ¿sabes?, creo que tengo posibilidades de contender por un Distrito y requiero espacio mediático para presionar a que me hagan caso. Y bueno, pues dije, el emplumado me puede apoyar, es más, sería tu aportación a la precampaña y campaña. Suena padrísimo, ya me hiciste el día ¿y a qué cargo aspiro?

No me entendiste, el cargo es para mí. Bueno, pues a ver si te suena esta respuesta, “claro a la brevedad me comunico contigo y doy respuesta a tu petición, ya sabes que ando hasta el cuello de trabajo”. Bip, bip, bip. Caray, qué rápido pasa el tiempo.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen que a la primera oportunidad, después de permanecer al acecho por algún tiempo, los bróker aparecieron en cuanto dieron luz verde para la compra de vacuna anti Covid-19. Como se esperaba con esto, también surgieron quienes pidieron se regresara al control del estado -en la adquisición de las vacunas-, mientras que otros, también con justa razón, señalaron que la indefinición del gobierno federal haría que el intermediarismo llegara con más apetito…El chiste mi querido jefe plumas, es que se trata de, donde lo menos importante es justamente quien pueda o no, ejercer el control, es decir tarde que temprano se termina por recurrir a un intermediario para hacer la compra. Este es un negocio, cuyo fin no está sustentado en la buena voluntad o en temas de conciencia. Desde el inicio, apenas en el proceso de existencia, ya se cuenta con toda una cadena de bróker para el control o descontrol del mercado, dependiendo la magnitud del problema…Se podría alegar que es inmoral, poco patriota y otros adjetivos más, podría, sólo podría tener la razón quien emite estas opiniones o calificativos, pero también le asiste la misma a quien se encuentra del otro lado, pues es un negocio legal que tiene como base la Ley de la oferta y la demanda. Por hoy cierro pico. Shalom. Mi correo es: [email protected]