El nuevo defensor
Hasta la fecha los 7 presidentes de la CNDH han mantenido un contrapeso real frente al gobierno en turno
Dobleces |
La posibilidad de abrir a parlamento abierto la selección del próximo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), da la oportunidad para que el nuevo ombudsman provenga de las filas de la lucha social, de las organizaciones promotoras de los derechos humanos y se le reste el monopolio a los académicos que la han encabezado desde hace 29 años.
Si bien —hasta la fecha los siete presidentes de la CNDH— han mantenido un contrapeso real frente al gobierno en turno, lo que falta es mayor sensibilidad social e internacional y menor peso de un sector procedente de la universidad.
Desde Jorge Carpizo, como primer ombudsman, Jorge Madrazo, Mirielli Roccatti y José Luis Soberanes se ha tenido una filia por un perfil más de aula que de la expertise diaria de la lucha a ras de piso. Ahora lo que se requiere es que el nuevo aspirante tenga solvencia ética y esté comprometido con los derechos humanos.
Lo que se gesta en el Senado de la República es que se abra la selección a los puntos de vista de los colectivos, organizaciones y universidades. Con ello darle al presidente de la CNDH la mayor fortaleza y autonomía posibles para que trabaje en beneficio de los mexicanos y no en el de ningún partido político y mucho menos de ningún gobierno.
Se prevé que se lance una convocatoria pública y transparente para que a través de los métodos del Parlamento Abierto se encuentre un perfil —más de causa y menos de aula— para resolver quién va a dirigir la CNDH, porqués uno de los organismos autónomos más importantes y en este momento se requiere un contrapeso en la materia y avanzar en nuevas posibilidades.
Las voces críticas advierten de un vacío de datos sensibles en materia de derechos humanos. Mismos que surgen del derecho internacional y son mucho más amplios que los que regula la propia Constitución por ello los nuevos aspirantes deben tener una visión de más de 180º.
Es el momento para que uno de los organismo autónomos más relevantes frente al poder se ciudadanice. Por el momento, el actual presidente, Luis Raúl González Pérez se encuentra en la disyuntiva de buscar la reelección en el cargo pero también hay un sector que lo motiva a dar un paso más allá en su carrera. Apuntarse para llegar a la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Y es que a González Pérez le ha tocado enfrentar al presidente Andrés Manuel López Obrador en plena lucha por el espacio de poder y el debilitamiento de la propia CNDH. Por ello es que moverse a otras zonas de trabajo le quitan esa pelea.
En noviembre próximo, tendrá que renovarse la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y en este momento, el Presidente no ve bien la crítica pública a sus acciones, la independencia de los Poderes, bajo un esquema de análisis de buenos y malos donde, obviamente, él representa el bien todo aquel que piense distinto o que tenga un criterio diferente encarara el mal: la CNDH por desgracia tiene los ojos del presidente en su contra.