El Metro en la peor crisis de su historia
La irresponsabilidad y negligencia de las autoridades encargadas de supervisar, dar mantenimiento y aplicar los recursos de manera eficiente, han puesto en peligro a los mexicanos.
Ejemplo de ello, fue el pasado 9 de enero, cuando se reportó un incendió en la subestación del centro de control ubicado en el Centro Histórico, lo que ha ocasionado dos tragedias. La primera, una persona fallecida y cinco más hospitalizadas. Y la segunda, se ha paralizado el servicio en seis de las doce líneas que conforman este sistema de transporte. El abandono por parte del Gobierno de la Ciudad, pone en riesgo la vida y la salud de los capitalinos.
Nunca en la historia de la ciudad habían estado fuera de circulación tanto tiempo las líneas más usadas de la ciudad, únicamente en el sismo de 1985, donde el Sistema de Transporte Colectivo Metro sufrió daños en 32 estaciones, aún así la mayoría reanudó días después del sismo, la única estación que permaneció cerrada hasta el 4 de noviembre fue Isabel la Católica.
Las autoridades insisten en deslindarse de sus responsabilidades. La Directora del Metro, Florencia Serranía, ha mencionado que dentro de sus facultades no se encuentra el mantenimiento de esta red, sin embargo, tras quedar acéfala el área general de mantenimiento, ella misma se autoproclamó autoridad en la materia. Su ahora negativa de hacerse responsable de lo ocurrido este fin de semana, denota su falta de compromiso con la seguridad de los capitalinos y su falta de ética como servidora pública.
Este no es el único incidente que se ha presentado en los primeros dos años de la administración de Morena y de la que también Serranía se deslindó. En marzo del año pasado, coalicionaron dos trenes en la estación Tacubaya de la Línea 1 del Metro, lo que ocasionó la muerte de una persona y 41 lesionados. Algunos trabajadores declararon que estos accidentes se originaron por la falta de mantenimiento de los trenes y por un corto circuito en los transformadores que llevan más de un año sin ser atendidos.
El desprecio que tiene la 4T por la seguridad de los mexicanos es indignante. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público no incluyó en el Proyecto de Presupuesto de Egresos presentado a la Cámara de Diputados, ninguna partida presupuestal para la modernización de las subestaciones del Metro, quedando fuera del paquete presupuestal cualquier atención a este medio de transporte.
El Gobierno de la Ciudad, no ha sido capaz de fortalecer la infraestructura de esta red. La Jefa de Gobierno no ha entendido que dar mantenimiento a las instalaciones no es únicamente limpiar o barrer para la foto, sino destinar el presupuesto suficiente para que funcionen los trenes, las vías se encuentren en buenas condiciones y las subestaciones de energía no corran peligro, para así garantizar la seguridad de los usuarios y del personal de dicho sistema.
Hoy el Metro, se encuentra en una de las peores crisis de su historia. La irresponsabilidad y negligencia de las autoridades encargadas de supervisar, dar mantenimiento y aplicar los recursos de manera eficiente, han puesto en peligro a los mexicanos. Ojalá este gobierno tenga la altura para corregir el rumbo y solventar de manera urgente las deficiencias de su gestión.