Descomposición y candidaturas en Morena
El proyecto que comienzan a trabajar algunos legisladores ante el desmantelamiento políticos y electoral hecho por Yeidckol Polevsky es elevar a rango constitucional los programas sociales como las pensiones para adultos mayores, las becas y los programas de apoyo a los sectores desfavorecidos.
Dobleces |
El acelerado proceso de descomposición política en la estructura ejecutiva de Morena, comienza a generar en su interior la preocupación por la manera desparpajada de la secretaria general, Yeidckol Polevnsky, de encarrilar al partido oficial al final de 2019, pues con ello provocó resentimientos y molestias internas y dejó de lado el objetivo primordial para 2021: lo comicios intermedios.
El proyecto que comienzan a trabajar algunos legisladores ante el desmantelamiento políticos y electoral hecho por Yeidckol Polevsky es elevar a rango constitucional los programas sociales como las pensiones para adultos mayores, las becas y los programas de apoyo a los sectores desfavorecidos. De esa manera, los morenistas trabajan en un proyecto alterno en el que la apuesta va encaminada a la añosa práctica de las clientelas políticas. Otro error.
Mientras el gobierno de la 4-T mantenga la línea de discurso en la que la búsqueda del “bienestar” se encuentra con cargo al erario ya sea a través de programas sociales y becas se aprovechará para que se convierta en un botín político con miras a los comicios intermedios. Al mismo tiempo le hace daño al depender de la dádiva electoral
Por la misma culpa de los descuidos de Yeidckol, el partido busca de manera acelerada una alternativa. Primero Polevnsky Gurwitz se encargó de recortarle los recursos ganados al partido y enseguida comenzó a trazar una serie de caminos para ofrecer candidaturas a modo y hacer de lado algunos liderzagos morenistas. Por ello es que ante esta situación, el ala crítica comienza a hacer una contracampaña interna en la que evitarán la existencia de dedazos y encuestas a modo para candidatos externos amigos de la dirigente.
Y es que desde el círculo más cercano del Presidente hay voces que sugieren que el gobierno no intervenga en las elecciones del 2021 y mucho menos tenga injerencia en las decisiones internas de Morena ya que de lo contrario el espíritu democrático se viene abajo y el estigma de partido oficial tendrá relevo.
Y es que de acuerdo con los análisis recientes al interior del partido, luego del sainete entre Yeidckol Polevnsky y Alfonso Ramírez Cuéllar, el partido en el poder no tiene garantizada la mayoría en el Congreso, si a ello se suma que Andrés Manuel López Obradorno se meterá en las elecciones intermedias donde se renovará la Cámara de Diputados, congresos locales, gubernaturas y alcaldías, significa que es un partido a la deriva y los estrategas legislativos encontraron en el viaje al pasado la fórmula para rescatar algunos triunfos gracias a la insistencia en el que el bienestar sale de las arcas del gobierno.
Su prospectiva y la narrativa señala que el gobierno no se va a meter “directamente” para generar una influencia, no va a operar, mucho menos la campaña del partido aunque vaya en la fórmula de “Juntos Haremos Historia”. Aunque si indirectamente con los beneficios sociales. Sin embargo, de conseguir otra vez mayoría será mediante una alianza electoral con varios partidos, pero ello no le asegura una alianza legislativa cargada con la agenda de Morena.
Por: ISRAEL MENDOZA PÉREZ
@imendozape