Al borde

De Oficio Reportero |

POR: RAUL SANCHEZ CARRILLO

Hace cientos de días, el Coronavirus se instaló en el mundo como algo prolongado, de picos de contagio alarmantes, de llevarse miles o mas bien mas de 105 mil de vidas, de sembrar horror, crisis económicas, desolación, frustración, depresión, impotencia, coraje, sumisión.

Miles de horas de seguir, de acuerdo a la información científica, el curso depredador del microvirus que salió de China e invadió al mundo. De obligar al entubamiento, antesala de la muerte en un mayor porcentaje.

Covid19, que acabó de tajo, con acercamientos, saludar de beso, besarse,  darse la mano, de abrazarse ni decirlo. Separó a millones de humanos, los confinó, mientras que los científicos en  desesperada  carrera por lograr identificarlo genéticamente para encontrar una vacuna, trabajan aun sin cesar día y noche.

La vacuna ya la tiene Rusia, Reyno Unido, China. Continúan buscándola Francia, Bélgica, Brasil, y decenas de países. Se ha hecho incluso de lado, la encarnizada competencia económica que da lugar a espionaje científico, a lanzar campañas desacreditando los logros de cualquier país que se adelante a obtener el antídoto tan necesario.

Sin embargo, los millones de dosis de vacunas que pueden ser de Pfizer, o de cualquier otra marca y origen son un anticipado anuncio de lo que puede ser una larga o mediana espera.  La hay que requiere de dos aplicaciones, la de una sola, la que necesita para su conservación de una ultra refrigeración a 70 grados bajo cero. La que no requiere más allá de os 21 grados bajo cero para mantenerla en utilidad, en vigencia.

La mayoría de los países ya se han adelantado a contratar o dar anticipos en lo que las autoridades determinan que población o de que sector es la prioritaria para aplicarla primero. Muchos coinciden en que se aplique a médicos , enfermeras, personal de hospitales o los que en pleno frente de batalla, dan casi la vida propia por salvar otras. Luego a maestros, a personas mayores a las de capacidades diferentes y después a la población abierta.

La estrategias de vacunación, las determina cada país y México ha puesto en manos de las instituciones armadas, Defensa y Marina, las estrategias,  distribución y aplicación del antídoto. En este espacio, hemos señalados que tener la vacuna no evitará el contagio, evitará la muerte. Y todo lo anterior no sin antes el transcurrir del inexorable tiempo. Dias, semanas o meses.

Por otra parte el avance más significativos, además claro, de la vacuna, es un medicamento que esta comprobado, que detiene más de 24 horas el contagio de la letal pandemia.

Pero con todo y campañas, medidas preventivas de lavarse constantemente las manos, de usar cubre bocas, de usar careta, de evitar estar en lugares cerrados o de estar a metro y medio de la gente que su vez deberá aplicar esa medida, de usar gel con 70 por ciento de alcohol, de usar el alcohol directamente en manos y de al sentir los síntomas, acudir al medico y avisarle a quien se quiera   . El hoy nos alcanza y nos tiene al Borde de regresar al semáforo Rojo, a la parálisis tan dañina al empleo, a la economía, al entorno social y  familiar. Y lo peor, tener que estirar el anaranjado a punto de amoratarse.

En un día mas de 12 mil contagios, no habla más que de irresponsabilidad, de quienes retando a la muerte al no cuidarse, se llevan entre las patas a quienes si temen contagiarse y lo que sigue.

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