Día Internacional de Recordación del Holocausto
Desde 2010, la ONU ha designado temas específicos para las conmemoraciones anuales que se centran en temas como las experiencias colectivas y los derechos humanos universales.
El 27 de enero es designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de Recordación del Holocausto. Desde 2005, la ONU y sus estados miembros han celebrado ceremonias conmemorativas para recordar el aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau y para honrar a los seis millones de víctimas judías del Holocausto y millones de otras víctimas del nazismo.
El propósito del Día Internacional de Recordación del Holocausto es doble: servir como fecha para la conmemoración oficial de las víctimas del régimen nazi y para promover la educación sobre el Holocausto en todo el mundo.
Desde 2010, la ONU ha designado temas específicos para las conmemoraciones anuales que se centran en temas como las experiencias colectivas y los derechos humanos universales. Además del Día Internacional de Recordación del Holocausto, muchos países celebran ceremonias nacionales de conmemoración en otras fechas relacionadas con el Holocausto.
El 1 de noviembre de 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución 60/7 para designar el 27 de enero como el Día Internacional de Recordación del Holocausto. La fecha marca la liberación de Auschwitz-Birkenau y está destinada a honrar a las víctimas del nazismo. La misma resolución apoya el desarrollo de programas educativos para recordar el Holocausto y prevenir futuros genocidios.
La Resolución 60/7 no solo establece el 27 de enero como “Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto”, sino que también rechaza cualquier forma de negación del Holocausto.
La resolución alienta a los estados miembros de la ONU a preservar activamente los sitios que los nazis usaron durante la “Solución final” (por ejemplo, centros de exterminio, campos de concentración y prisiones). Tomando como base la Declaración Universal de Derechos Humanos, la resolución condena todas las formas de “intolerancia religiosa, incitación, hostigamiento o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o creencias religiosas” en todo el mundo.