Urgente atender salud mental para evitar hechos como el de Torreón
Lo sucedido en una primaria de Torreón, Coahuila nos refiere a que se debe atender la salud mental de la población, indicó Alejandro Águila Tejeda, director fundador del Instituto Hispanoamericano de Suicidología.
“El suicida tiene un gran potencial agresivo. Cuando sale lo agresivo, se convierte en homicida y cuando se vierte hacia sí mismo, se convierte en suicidio”, explicó el especialista, quien señaló que el menor agresor presentaba ciertas condiciones de niño, pero con algunos alcances de adolescente.
“A esta situación le llamamos homicidio-suicidio, es una de las caras de la depresión, un preadolescente de 11-12; viene probablemente de agresiones violentas vividas en casa. Estaba en una edad vulnerable y presumimos una depresión no atendida o mal manejada”, consideró Águila Tejeda.
Señaló que el día y la hora temprana en que sucedió el hecho, que culminó en dos muertes y varios heridos, habla de que “inicialmente el preadolescente llega a la escuela con enojo o violencia provocado presumiblemente desde su casa”.
Abundó en que el agresor arrastraba cuadros como escasa capacidad de tolerancia a la frustración y a la capacidad de demora, la cual está relacionada con que “hoy quieren todo instantáneamente, todo lo quieren rápido”.
El especialista indicó que la comunidad también resultó lastimada por los hechos que tuvieron lugar en el colegio Cervantes la mañana de este viernes, de ahí que se requiera un proceso de tres pasos para ayudar a recuperarse.
Águila Tejeda señaló que tras la tragedia, sigue un proceso de revisión de las acciones y las omisiones que impidieron prevenir esta tragedia.
“En suicidología le llamamos supervivientes tanto a los alumnos, maestros, autoridades educativas, sociedad en general, se queda uno con la sensación de inseguridad e inestabilidad. Se tiene que hacer un trabajo de duelo”; subrayó y advirtió que se corre el riesgo de que la culpa quede entrampada.
“Con las preguntas ¿por qué lo hizo? y si se pudo haber evitado, y en este punto surge la culpa entrampada, como si se hubiera hecho la revisión de ‘mochila segura’, el control de armas, ¿qué estamos haciendo mal?, se cuestiona las personas allegadas a los hechos”, indicó.
Por otro lado, expuso que en Torreón, Coahuila se tiene a la primera generación de suicidólogos que pueden ayudar en el manejo de la situación.
“Se requiere una intervención en crisis, prevención y promoción de la salud mental”, el especialista dijo que las condiciones en que la población se desenvuelve propician situaciones que afectan el comportamiento individual.
“Los jóvenes hoy tienen menos vínculos físicos y más virtuales”, explicó, y ello, entre otros factores, genera mayor número de suicidios que no se informan a la opinión pública.
Señaló que la palabra suicidio continúa como tabú, y por ende no se aborda y se desconocen las causas y cómo evitarlo: “el problema es que el suicidio es un tabú, no se habla del tema, tenemos que tratarlo, en la medida que lo hablemos se puede ayudar, no hay que ocultarlo”.
Indicó que el suceso en Torreón, detonaría acontecimientos similares; advirtió que el suicidio se presenta en distintos niveles escolares, pero que las cifras reales no se informan.