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Lunes 18 de Noviembre 2024

UAM alerta el riesgo de propagación de los desechos de materiales médicos por Covid-19

 

Los cubrebocas y el material médico o de curación constituyen un riesgo de propagación del coronavirus, alertó la doctora Alethia Vázquez Morillas.


Los cubrebocas y el material médico o de curación constituyen un riesgo de propagación del coronavirus, alertó la doctora Alethia Vázquez Morillas, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien indicó que debe haber un adecuado manejo de estos residuos.

Señaló que estos materiales que son desechados, en medio de la contingencia sanitaria, someten a una fuerte presión a las instituciones de salud en sus capacidades de infraestructura y equipamiento.

“Esos componentes seguirán produciéndose y su manejo adecuado es un tema que no podemos dejar de atender, si se considera que las instituciones enfrentan una situación de emergencia en la que los recursos son limitados y los restos –cubrebocas y materiales médicos o de curación–, constituyen un riesgo de propagación del coronavirus”.

La académica del Departamento de Energía de la Unidad Azcapotzalco, señaló que los hospitales cuentan con protocolos para la gestión de dichos elementos infecciosos, “sin embargo podemos esperar que en este momento la proporción de éstos aumente, lo que podría llevar a cierta saturación” en cuanto a recolección e incineración, así como en infraestructura de almacenamiento.

Manifestó que el personal que trabaja en esa área del sistema de salud está capacitado para el COVID-19, porque de manera cotidiana lidia con productos biológicos dañinos y está al tanto de los lineamientos de manipulación, “pero el gran reto no tiene que ver con su conocimiento para llevar a cabo estas tareas, sino con las instalaciones y los servicios” que se requieren.

Sin embargo, la doctora Vázquez Morillas dijo que muchos de los desechos emanados de la enfermedad “no provendrán sólo de los nosocomios, sino de nuestros propios domicilios”.

Señaló que los restos surgidos en los domicilios no van a tratarse como en los hospitales, ya que son responsabilidad de cada ciudadano, que deberá seguir las formalidades de la emergencia.

“Si se cuenta con servicio de recolección hay que seguir separándolos y tomar las precauciones normales de lavarse las manos después de sacar los restos para que sean trasladados por el personal competente”.

En caso de que algún miembro de la familia esté infectado es importante aislar el virus colocando un bote de basura –con bolsa de plástico, tapa y si es posible pedal– en la habitación o cerca de donde se encuentre aislado el enfermo, de tal forma que puedan tirarse ahí servilletas, pañuelos desechables y cubrebocas, entre otros objetos.

“Nosotros podemos disminuir ese problema esperando 72 horas antes de sacar nuestros residuos, en caso de que tengamos un contagiado”; si esto no es posible también se puede preparar una solución de agua clorada y rociar la bolsa. “Si no seguimos estas recomendaciones estaremos contribuyendo a la diseminación del virus y propiciando un mayor número de afectados, lo que no conviene a la sociedad desde ningún punto de vista”, concluyo la investigadora.