Avanzan soluciones contra la discapacidad
El investigador estadounidense Hugh Herr, líder mundial de la biónica, afirmó que la sociedad enfrenta el peligro de creer que la discapacidad es inherente a la naturaleza humana. “No deberíamos aceptar las discapacidades como parte de la vida”, subrayó el investigador, quien desarrolló las primeras prótesis capaces de emular la locomoción humana y superó su […]
El investigador estadounidense Hugh Herr, líder mundial de la biónica, afirmó que la sociedad enfrenta el peligro de creer que la discapacidad es inherente a la naturaleza humana.
“No deberíamos aceptar las discapacidades como parte de la vida”, subrayó el investigador, quien desarrolló las primeras prótesis capaces de emular la locomoción humana y superó su propia condición.
“Estamos acostumbrados a ver a nuestros seres queridos con discapacidad y no tener una tecnología para superarla, lo vemos como parte de la vida”, afirmó Herr, galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2016.
Sin embargo, el experto confió en que “llegará un momento en este mismo siglo que no tengamos que tolerar las fallas de nuestro cuerpo”.
Consideró que “es peligroso que las sociedades, las comunidades y personas acepten la discapacidad y que digan que esto es inherente, que no va a cambiar, en vez de decir que esto es inaceptable, que es necesario innovar, repensar, ver cómo se comporta nuestro cuerpo y empezar a pensar en un futuro en el que no haya limitación”.
Las investigaciones pioneras de Herr en biomecatrónica, combinando inteligencia artificial, neurofisiología y robótica, han dado lugar a una nueva clase de prótesis biónicas inteligentes, controlables por el cerebro.
Sus métodos se basan en un conjunto de disciplinas científicas y tecnológicas de vanguardia, con un impacto significativo en personas con discapacidades, a través de prótesis adaptables que permiten movimientos similares a los fisiológicos.
Además, este investigador de 51 años de edad ha desarrollado exoesqueletos que, como estructuras externas y adaptadas al cuerpo, permiten potenciar las capacidades físicas humanas.
Estas contribuciones están acelerando la integración hombremáquina, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de millones de personas.
Herr, quien aseguró que gran parte de su cuerpo es sintético, aprovechó su viaje a la comunidad de Asturias (norte español), para visitar el Santuario y los Lagos de Covadonga. “Corro, hago escalada, hago lo que me da la gana”, sostuvo.
Resaltó que nadie debe considerar a su cuerpo como algo que está roto, ni aceptar una palabra como discapacidad.
Indicó que “hay personas con cuerpos inusuales, mentes inusuales, la discapacidad sugiere que no tienen valor, que no son un miembro de la sociedad en su totalidad, pero hay que rechazar esa noción”.
“Hay que innovar para inventar, pensar en el futuro y superar la parte tecnológica, la parte de innovación, y también el lado emotivo y psicológico”, añadió.
“Muchas de las discapacidades se pueden superar si se elimina ese concepto de tener un cuerpo inusual o raro”, señaló el investigador.
Lamentó que la sociedad establezca que cuando una persona pierde un ojo o una pierna, es alguien más débil, minusválido. “Esto no es cierto y por eso yo no uso la palabra discapacidad, sino condición, un término neutro”, abundó.
Sin embargo, puntualizó que el financiamiento y la inversión siempre resultan un desafío, no sólo en términos de investigación, sino de comercialización y desarrollo del producto.
Consideró que “la limitación más importante es el reembolso financiero por parte de las autoridades sanitarias”.
“Producimos una tecnología técnicamente viable, pero encontramos dificultades y, de hecho, las prótesis que yo llevo en este momento, sólo son accesibles para un 15 por ciento de las personas que las necesitan”, expuso.
Para Herr, en el futuro los brazos y las piernas sintéticas tendrán características y funcionalidad superiores a lo biológico, y puso como ejemplo que un robot se mueve mucho más rápido que una persona.
El investigador dirige en la actualidad el Biomechatronic Group en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde ha desarrollado las que han sido calificadas como “las prótesis más sofisticadas del mundo”.
Asimismo, ha sido profesor asistente en el Harvard-MIT Division of Health Sciences and Technology de la Harvard Medical School.
Líder mundial en el campo de la biónica y la biomecánica, Herr sufrió la amputación de ambas piernas cuando tenía 17 años, tras sufrir la congelación de sus miembros durante un ascenso de montaña.
Como consecuencia de esta experiencia, el científico dirigió su esfuerzo y talento a tratar de mejorar la movilidad de las personas con discapacidad.
Incluso, Herr ha diseñado para mismo unas piernas especiales que le han permitido seguir practicando la escalada sin ningún problema.