#OpiniónCapital Una propuesta inteligente para legalizar la marihuana
Mientras no se legalicen las drogas seguirán imperando las muerte y la violencia en casi todo el país
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que ayer, en Coahuila, incineró más de cinco toneladas de droga. A juzgar por las fotografías que difundió, gran parte de lo incinerado era marihuana que las autoridades han decomisado durante su transportación o en los campos de cultivo.
Esta es la quema más reciente de marihuana, droga que de acuerdo con los especialistas es menos nociva y adictiva que el alcohol.
Su incineración se realiza con frecuencia en México.
El 15 de noviembre del año pasado la PGR quemó ocho toneladas en Tepehuanes, Durango.
Antes, el 28 de octubre incineró 2.7 toneladas en Nuevo León.
En Reynosa destruyo 3.6 toneladas el 15 de junio. Menos de un año antes, el 27 de agosto de 2016, en ese mismo municipio se quemaron 7.8 toneladas.
En Hermosillo, el 16 de diciembre de 2016, la PGR destruyó con fuego 18.4 toneladas.
En agosto de 2017, la PGR informó que de enero a junio de ese año destruyó 992,104 plantas de mariguana y explicó que el combate contra los productores nunca termina, porque la marihuana se vuelve a resembrar cada cinco o seis meses.
Y mientras que en México el gobierno gasta cientos de millones de pesos y pone en riesgo y sacrifica vidas de militares y policías para combatir a los narcotraficantes, en Estados Unidos felices y despreocupados consumen cantidades crecientes de marihuana.
Peor aún, en aquellos estados en donde ya se legalizó, tanto los agricultores especializados en su cultivo como sus comercializadores están desarrollando diversas variedades para satisfacer las diversas necesidades de sus consumidores. Aquí en México, la hierba se cultiva sin mayor desarrollo tecnológico que ayude a mejorar su calidad y hacerla más competitiva frente a la que se cultiva en Estados Unidos. Para empezar, la mexicana ya es menos potente y tiene menos efectos psicotrópicos que muchas variedades gringas.
Será no sólo irónico sino lamentable que cuando en el vecino país sea legal importar marihuana, la mexicana no sea aceptada por los consumidores gringos, lo cual representará otra oportunidad perdida para los productores de la hierba y la economía nacional. Igual que lo que sucedió hace décadas, cuando las malas políticas gubernamentales arruinaron la industria del cacao, planta originaria del Soconusco chiapaneco, abriéndole los mercados mundiales a productores de África y Sudamérica.
Ahora bien, tal vez las cosas cambien más pronto de lo que imaginamos. Ayer, el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, sugirió que se legalice el consumo de la marihuana en los dos principales destinos turísticos de México, Baja California Sur y Quintana Roo. Lo anterior para reducir la inseguridad en esos lugares. Ojalá le hagan caso los legisladores que tienen en sus manos el poder de cambiar las cosas.
Mientras no se legalicen las drogas seguirán imperando las muerte y la violencia en casi todo el país.
Eduardo Ruiz-Healy/@ruizhealy
*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo
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