OpiniónCapital Trump: el octavo pasajero
El presidente de Estados Unidos se ha convertido en un alien universal. No tiene fin, ni sistema, ni límites
En un solo día puede disparar contra su propia bolsa, a través de ataques contra Amazon y Jeff Bezos por The Washington Post. Puede mostrar una unidad de pensamiento y de destino universal, como no se veía desde los mejores tiempos del fascismo, colocando a todos los anchores locales, con la convivencia de los dueños de las cadenas de televisión, atacando las fake news en la doctrina de Trump.
Por una parte, la guerra comercial con China evidentemente nos beneficia y, por otra, ser el oscuro objeto del deseo del presidente norteamericano, da combustible todos los días para hacer un alto en el camino y mirar qué está diciendo.
No dejaremos de estar en el punto de mira en estos cuatro años. Es más, aunque seamos buenos y no nos pongan aranceles para el acero, siempre seremos el objeto fácil de escarnio, de burla, de venganza o de descalificación.
Definitivamente nos va mal, y los candidatos que quieren ser presidentes, deben saber que con Trump hay muy poco que negociar.
No propongo que le declaremos la guerra, igual que él, lo que propongo es no perder el tiempo y empezar a mirar a todas las alternativas, porque el país puede sobrevivir sin tener una relación idílica con el vecino del norte.
EU tiene sus intereses más claros que nunca, por eso sé que más pronto que tarde, el sonido del dólar y la conveniencia de sus sociedades harán superar esta tragedia llamada Trump y nos colocará en una posición más razonable. Mientras tanto, hay que sobrevivir y vivir todos los días con el alimento de la dignidad, sin dejarse llevar por todas las provocaciones e insultos que recibimos por acción u omisión.
Trump es el invitado inconveniente, el que nadie quiere en su mesa, pero que no tenemos más remedio que admitir, porque el pueblo de Estados Unidos lo eligió como su presidente.
Son tantos y tan graves los frentes internos que va creando en todos los órdenes, como dice el viejo adagio de Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
Trump lucha contra el mundo, o el mundo lucha contra él, y nosotros estamos en medio de esa particular situación, y los propios norteamericanos no tienen una solución fácil a corto plazo.
Mientras tanto, si yo fuera candidato comenzaría a pensar desde México, por México y con México, sabiendo que de ese lado de la frontera casi nada bueno nos espera.
Antonio Navalón/@antonio_navalon
*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo
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