OpiniónCapital Revisar votos de Ximena Puente en Inai; ¡era priista embozada!
La candidatura priista plurinominal puede ser considerada un premio político del PRI por los servicios secretos prestados al partido y al Gobierno Federal
El gran logro de la alternancia partidista en la presidencia del 2000 fue el derecho a la información: los mecanismos para que el ciudadano accediera a los secretos de Estado. Por eso la candidatura priista a diputada plurinominal de Ximena Puente de la Mora, expresidenta del Instituto de Acceso a la Información, debe llevar a la revisión de su gestión y sus votaciones porque desde el principio fue una priista oculta.
Lo más grave fue el hecho de que siendo priista embozada Ximena Puente de la Mora se registró para la fiscalía anticorrupción como una pieza del PRI para proteger al Gobierno priista, pero fue desdeñada no por su priismo sino por su incompetencia. De ahí la importancia de revisar la composición real de los organismos autónomos del Estado y reorganizar las formas de designación de funcionarios porque el PRI sigue teniendo el control a través de priistas disfrazados de ciudadanos.
Comisionada del Inai desde 2011, bajo la presidencia panista de Felipe Calderón, Puente de la Mora ocultó su priismo y desde 2014 funcionó como presidenta del Inai. Si ahora manifiesta su priismo a cambio de una diputación plurinominal, entonces la excomisionada Puente de la Mora votó siempre a favor de los intereses del PRI.
Cualquier ciudadano tiene el derecho de ser candidato del PRI; sin embargo, el caso de Ximena Puente de la Mora es especial: formó parte de un organismo no partidista; y si bien no hay exigencia alguna partidista en cuanto a militancia porque los cargos se reparten arbitrariamente en función de compromisos, los ciudadanos supusieron que ella había sido comisionada y presidenta del Inai sin compromisos con el PRI, el partido contra el cual se construyeron instituciones ciudadanas.
Los comisionados del Inai votaron por abrir o cerrar información del PRI y del PAN. Se suponía que las votaciones de Ximena Puente de la Mora debieron de haber sido sin simpatías partidistas. Hoy se puede inferir que como comisionada del Inai sus votaciones siempre fueron para proteger al PRI.
La candidatura priista plurinominal puede ser considerada un premio político del PRI por los servicios secretos prestados al partido y al Gobierno Federal.
El caso del Inai no es el único: el PRI se las ingenió durante los dos sexenios panistas 2000-2012 para avalar la existencia de organismos autónomos que ayudaran a consolidar la democracia, pero a sabiendas de que tenía aliados disfrazados de ciudadanos.
Pero Morena le entró a la falsificación de identidades: Olga Sánchez Cordero, exministra de la Corte, hoy secretaria de Gobernación del futuro (si gana) gabinete de López Obrador y candidata plurinominal a senadora, emergió como posición de Morena con pensión pagada por ciudadanos. El Inai, el INE, el Instituto de Telecomunicaciones, la Suprema Corte y otros organismos autónomos quedaron lastimados por filiaciones partidistas ocultas. Lo grave no radica en la militancia a posteriori, sino la certeza de que esos cargos fueron producto de su militancia partidista secreta previa y, por tanto, sus decisiones beneficiaron a su partido.
Los casos de Ximena Puente de la Mora y Olga Sánchez Cordero, entre otros, han hecho fracasar la ciudadanización del Estado.
Política para dummies: La política es la habilidad para engañar a los demás, menos a sus jefes políticos.
Si yo fuera Maquiavelo: “Hay tres modos de conservar un Estado (antes acostumbrado a sus propias leyes): destruirlo, después radicarse en él y por último dejarlo regirse por sus leyes”.
Carlos Ramírez/@carlosramirezh
*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo
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