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Domingo 24 de Noviembre 2024

OpiniónCapital Prometer no empobrece

 

No es con dádivas como se resuelve la pobreza, sino con determinaciones económicas específicas y precisas en cuanto al diseño de una estrategia de gobierno


Muchas cosas se dicen en política, pero sobre todo cuando de prometer se trata, aunque a muchos se les hace muy fácil mentir y señalar que las cosas se hacen aunque la realidad indique otra cosa. Y no es que me haya levantado con las ganas de escudriñar a quienes todos los días andan realizando campaña política, y menos a quien lleva tantos años haciéndolo porque hasta ahora hay cosas que todavía no alcanzo a identificar.

Si alguien conoce a los públicos de todas las latitudes de este país, al grado de escudriñar a la perfección que es lo que las personas esperan que les diga, es Andrés Manuel López Obrador, quien lleva una ventaja considerable a todos los que intentan alcanzarlo, algo que se antoja difícil por la sencilla circunstancia de que el señor López lleva cerca de 15 años en campaña permanente.

Mientras los candidatos de los demás partidos tratan de entender qué ocurre en cada uno de los espacios de este país, el tabasqueño conoce a la perfección no tan solo las regiones y las poblaciones de cada región de este México nuestro, sino también la idiosincrasia de las personas de cada lugar que visita. El tabasqueño lleva 15 años haciendo campaña, y eso explica el porqué lleva la delantera, porque sabe que decir en cada lugar y a qué tipo de público les habla.

En eso consiste su ventaja, pero también hay que señalar que ante un pueblo con un alto avance de politización en la mayor parte de sus lugares, las mentiras no se pueden sostener tan fácilmente, y eso quiere decir que mientras sus adversarios están asimilando la circunstancia de cada espacio para entender que es lo que la gente requiere escuchar para sumarse a una determinada propuesta, él sigue siendo reiterativo porque sabe que la gente tiene preferencia por lo que les ha ofrecido durante todo este tiempo.

El problema para los candidatos de la alianza es ofrecer una serie de soluciones que sean distintas y quizá más atractivas que las del señor López Obrador, aunque quizás a muchos de esos pobladores las cosas les suenen diferentes pero no por ello imposibles de lograr. Pero en esto no hay de otra más que seguir el manual y repetir cuantas veces sea necesario algo distinto a lo que tanto ha repetido el propio Andrés Manuel López Obrador.

Bien dicen por ahí que prometer no empobrece, y la cantaleta de que con él en la Presidencia de la República las cosas van a cambiar y los pobres podrán acceder a ese universo sagrado que él ha diseñado en el discurso para ellos. Prometer no empobrece, cumplir es lo difícil, y ese reino en la tierra que tanto ofrece el “Mesías del Sureste”, es parte de esa imposible realidad. No es con dádivas como se resuelve la pobreza, sino con determinaciones económicas específicas y precisas en cuanto al diseño de una estrategia de gobierno.

Eso es lo que no tiene el señor López, una estrategia, solamente ocurrencias de campaña. Por mucho que intente no habla como un estadista, sino como un charlatán. Al tiempo.

Vladimir Galeana@vladimirgaleana

*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo

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