OpiniónCapital México-EU: de bullying a bullying y quinto fracaso de Luis Videgaray
El presidente Peña está urgido de un diplomático de carrera, de renombre y de relaciones internacionales
El discurso del presidente Peña Nieto contra el presidente Donald Trump fue la salida retórica del menguado nacionalismo priista y no una redefinición de la relación geoestratégica, de poder y de seguridad nacional con la Casa Blanca.
Para hacer creíble el posicionamiento mexicano, se requiere de varias cosas:
1.- Llamar a México al embajador mexicano en Washington para consultas.
2.- El congelamiento a la embajadora demócrata del ardiente republicano Trump por representar el guerrerismo estadounidense de Trump.
3.- La designación de un nuevo secretario mexicano de Relaciones Exteriores por el quinto fracaso del aprendiz de diplomacia Luis Videgaray: cuando propuso la visita del candidato Trump, cuando lo enviaron a la cancillería a manejar la relación con el presidente Trump, cuando le dieron la supervisión ineficaz del Tratado, cuando dijo que había convencido a Trump de sacar el muro de la negociación y cuando prometió que tenía controlado a Trump a través de su yerno Jared Kushner. El presidente Peña está urgido de un diplomático de carrera, de renombre y de relaciones internacionales.
4.- Un equipo especial multidisciplinario para manejar la agenda bilateral con la Casa Blanca y administrar las calenturas de Trump. Es decir, un consejo de seguridad nacional.
5.- Un acuerdo institucional con el Senado para redefinir con inteligencia geopolítica las relaciones con Washington, eludiendo las demagógicas y patrioteras exigencias legislativas de casi romper relaciones con Trump.
6.- El reconocimiento de que la agenda mexicana de Trump –muro, frontera, migrantes y drogas– también es de México y, por tanto, asumir decisiones estratégicas de fondo que obliguen a la Casa Blanca a buscar un acuerdo equilibrado.
7.- Cerrar la frontera sur donde se cuelan decenas de miles de centroamericanos que cruzan México con el aval oficial y llegan a la frontera estadounidenses a cruzar de manera ilegal. Trump supo magnificar el caso de la caravana que México estaba alentando.
8.- Anunciar el cierre estratégico de la frontera con EU con uso de toda la fuerza del Estado mexicano para impedir que ingrese a territorio ningún gramo de droga para los consumidores de aquel lado y que Washington se haga cargo de la violencia criminal de sus drogadictos.
9.- La redefinición de la política económica mexicana para un nuevo modelo de desarrollo que promueva la reindustrialización y la modernización del campo. Los recursos de los contratos petroleros debieran orientarse a educación, empleo formal, apoyo a la industria y al campo, educación de altísima calidad y aumento en el nivel de bienestar.
10.- Cambiar la percepción de que Trump está frustrado y reconocer que es un astuto empresario que se mueve por objetivos; en seis meses la aprobación de Trump ha subido de 38% a 51%. Y reconocer que la agenda de Trump que Peña dice que es local, en el fondo es bilateralmente interdependiente. Trump busca reposicionar la relación con México como tema electoral legislativo y de su reelección en el 2020.
La peor estrategia es reaccionar ante las masas mexicanas; la mejor, el pensamiento geoestratégico de poder.
Política para dummies: La política es el arte de engañar a los demás, no enseñarle todas las cartas.
Si yo fuera Maquiavelo:“(el estridente) Fray Jerónimo Savonarola fracasó en sus innovaciones cuando la gente empezó a no creer en ellas, pues se encontró que carecía de medios tanto para mantener fieles en su creencia a los que habían creído como para hacer creer a los incrédulos”.
Carlos Ramírez/@carlosramirezh
*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo
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