OpiniónCapital El primer discurso de la candidata Margarita
Irradiando un optimismo que se antoja irracional, exclamó: “Que se oiga fuerte y claro: vamos a ganar la Presidencia de México”. La ex primera dama sabe muy bien que nunca será presidenta y que las encuestas lo permiten asegurar
Houston, Texas.- Las campañas presenciales arrancaron el viernes pasado y Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón Hinojosa, acompañada por su esposo Felipe, inició la suya en el primer minuto del día 30 al presidir un mitin en el Ángel de la Independencia, el lugar que el PAN utilizó para muchos de sus eventos más importantes durante los casi 17 años en que el expresidente controló a dicho partido, primero como secretario general del mismo, luego como presidente nacional y finalmente imponiendo y dominando a los que lo sucedieron en ese cargo hasta que Gustavo Madero lo mandó a volar en 2010 al obtener el puesto mediante una elección interna que el entonces presidente de la República trató de manipular sin éxito.
En su discurso, Margarita dijo cosas que permiten suponer que es amnésica o que cree que los mexicanos lo somos, y que permiten asegurar que es una optimista o una ingenua o ambas cosas a la vez.
Por ejemplo, al referirse al Ángel dijo: “Aquí celebramos la transición democrática del 2000, la culminación de una larga lucha por las libertades, hasta llegar a la alternancia”.
Lo que omitió pronunciar fue el nombre de quien hizo posible esa transición, el del expresidente Vicente Fox, a quien su marido combatió antes, durante y después de que éste ganara la elección de 2000 por el sólo hecho de haber obtenido la candidatura presidencial del PAN contra los deseos de Calderón y otros panistas de prosapia.
Luego, irradiando un optimismo que se antoja irracional, exclamó: “Que se oiga fuerte y claro: vamos a ganar la Presidencia de México”. La ex primera dama sabe muy bien que nunca será presidenta y que las encuestas lo permiten asegurar. Por ejemplo, la Encuesta de Encuestas que elabora AZ2 de Juan Azcárraga indica que, en promedio, las encuestas hechas hasta la fecha la colocan en un muy distante cuarto y último lugar en las intenciones del voto de los ciudadanos, de 4.35 a 4.95 por ciento de los encuestados diciendo que votarán por ella.
En otra parte de su discurso se refirió a sus contrincantes sin mencionarlos por sus nombres, sino por lo que muchos dicen de cada uno de ellos: “Frente a nosotros tenemos a tres candidatos que representan la política de las trampas y el dinero. La política de la corrupción que navega con bandera de honestidad. La política de la demagogia que polariza, que divide, que genera agresiones pero no soluciones”. Para la expanista Meade es un tramposo, Anaya un corrupto y López Obrador un demagogo. Así de fácil, como cualquier político del montón, descalificó a sus contrincantes la mujer que pretende presentarse ante los votantes como una alternativa distinta.
Después de analizar el discurso de Zavala Gómez del Campo me queda claro que quien habla a través de ella es Calderón Hinojosa.
Eduardo Ruiz-Healy/@ruizhealy
*Esta opinión no refleja necesariamente la de este sitio informativo
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