Fracaso de la Fase 1
OPINIÓN/ COLUMNA/ Eduardo Ruiz-Healy Sin ser especialista en asuntos ambientales deduzco que, después de tantos días de estar en vigor, la famosa Fase 1 de Contingencia Ambiental ha demostrado su inutilidad. La Fase 1 ha regido en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) del lunes 15 al domingo 21 de mayo, de nuevo […]
OPINIÓN/ COLUMNA/ Eduardo Ruiz-Healy
Sin ser especialista en asuntos ambientales deduzco que, después de tantos días de estar en vigor, la famosa Fase 1 de Contingencia Ambiental ha demostrado su inutilidad. La Fase 1 ha regido en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) del lunes 15 al domingo 21 de mayo, de nuevo tuvo que decretarse para los días 23 y 24 y todo indica que hoy seguirá vigente. En resumen: en nueve de los últimos 10 días la calidad del aire de la ahora llamada magalópolis fue muy mala, rebasándose los 150 puntos del Índice Metropolitano de Calidad del Aire (Imeca).
Los que sí son especialistas, los del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, opinaron sobre las limitaciones de las estrategias para combatir la contaminación de aire diseñadas y aplicadas por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came).
En abril del año pasado, al referirse al Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas (PCAA) de la Came, los expertos de la UNAM escribieron lo siguiente:
“El ozono es un contaminante secundario que no es emitido por fuente alguna, sino que es generado en la atmósfera por numerosas reacciones químicas que ocurren a partir de otros compuestos conocidos como precursores y que involucran a la radiación solar. Con base en esto se enlistan las siguientes consideraciones:
“La complejidad de estas reacciones es tal, que reducir la actividad vehicular en 20% puede incrementar el máximo de ozono en 5%. Varios estudios realizados en la ZMVM muestran que la disminución homogénea de emisiones provocada al retirar indiscriminadamente vehículos en circulación puede incrementar la formación de ozono. Si bien la disminución en la flota vehicular en circulación va a tener un efecto positivo en reducir niveles de contaminantes primarios, estos estudios indican que para la Ciudad de México se debe tener un control selectivo de aquellas fuentes de emisión de compuestos orgánicos volátiles que favorecen la química de formación y acumulación de ozono.
“Reiteramos que el fondo real del problema es la expansión urbana desordenada que afecta la calidad del aire, las áreas naturales protegidas, cultivos y recursos hídricos. En resumen, la sustentabilidad y viabilidad de la Megalópolis de México”.
Otro experto, Ramón Ojeda Mestre, quien diseñó en 1989 el programa Hoy No Circula para el Valle de México, denunció ayer que la Came toma sus decisiones de acuerdo a consideraciones políticoelectorales y no científicas. Como ejemplo de ello citó el hecho de que el lunes pasado se suspendiera la Fase 1.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis, comandada por Martín Gutiérrez Lacayo, debería trabajar para prevenir contingencias y no sólo declararlas, junto con los demás corresponsables del desastre, que son los gobiernos estatales y municipales de la CDMX, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
BPG