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Viernes 22 de Noviembre 2024

Documentan riesgo para los sacerdotes

 

Reportan 61 atentados contra curas en 26 años


México es por octavo año consecutivo el país más peligroso para ejercer el sacerdocio ya que durante los últimos 26 años se han registrado 61 atentados contra miembros de la Iglesia Católica, de los cuales 57 ministros de culto, dos han sido asesinados y dos continúan desaparecidos.

Así lo establece el informe “Reporte Anual 2016: Sobre la violencia extrema contra sacerdotes, religiosos y laicos en México” de la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial (CCM).

Indica que de 1990 a la fecha las agresiones contra integrantes de la Iglesia Católica van desde asesinato hasta las agresiones y extorsión.

De los sacerdotes asesinados están un cardenal, 41 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos y una periodista católica.

Guerrero, Ciudad de México, Veracruz y Michoacán son las entidades más peligrosas para el ejercicio sacerdotal.

El informe presentado no duda en calificar estos homicidios como crímenes de odio, aunque no aporta pruebas suficientes.

Señala que el presente sexenio se perfila como el peor de la historia moderna para los católicos, pero basa su afirmación en una proyección, pues hasta ahora se contabilizan 15 homicidios, menos que los registrados en el sexenio de Felipe Calderón cuando ocurrieron 25.

Asegura que la muerte de religiosos se produjo por su empeño en defender su apostolado, pero al detallar las causas señala al crimen organizado como el principal responsable de la extorsión que sufren los sacerdotes, “por la venta de seguridad”, y acusa que las Fuerzas Armadas incurren en estos delitos.

“Los últimos 12 meses han sido los más trágicos en últimos 26 años, pues tres sacerdotes violentamente han sido despojados de su vida, dos secuestros frustrados a los sacerdotes, Luis Antonio Salazar de la Torre, del municipio Guadalupe y Calvo en Chihuahua y José Luis Sánchez de la ciudad de Catemaco, municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz, así como el asesinato de cuatro catequistas de la Ruana, municipio de Tomatlán Michoacán, han dejado al descubierto la incompetencia de las autoridades para brindar seguridad”, establece el documento.

De acuerdo con el documento, que coordinó Omar Sotelo Aguilar, los ataques contra templos y casas parroquiales tienen que ver con actos de venganza de un laicismo intolerante, robos y sólo en ocho de los casos, 15 por ciento, se trató de ataques deliberados en la calle para acallar la voz de los religiosos “algunos eventos tienen antecedentes de que los religiosos denunciaron acciones ilícitas”, dice el documento pero no especifica cuántos de ellos.

El informe también dice que en los casos de extorsión, secuestro y tortura, el objetivo de los delincuentes es obtener un botín o sembrar terror entre la comunidad donde ofician los sacerdotes.

Datos del estudio revelan que de los crímenes contra agentes de pastoral perpetrados entre 1990 y 2016  el 44 por ciento fueron amenazas, extorsión, levantamiento, tortura y asesinato; 35 por ciento robo a Parroquia; 15 por ciento agresión en la calle y en seis por ciento se desconoce la causa, lo que a decir de los investigadores representa que se produjeron por situaciones ajenas a sus funciones religiosas.

De acuerdo con este informe, los estados con mayor riesgo para el sacerdocio son Guerrero, Ciudad de México, Veracruz, Michoacán y Chihuahua.