Circo de seis pistas

El Diccionario de la Real Academia Española define debatir como el “discutir un tema con opiniones diferentes” y eso es precisamente lo que en México rara vez sucede en los eventos donde dos o más candidatos comparten un foro para supuestamente exponer, explicar y defender sus propuestas y confrontarlas con las de sus rivales.

El evento en el que participaron el martes pasado los seis candidatos a la gubernatura mexiquense no fue un debate, sino un circo de seis pistas en el cual cada uno de ellos, sentado cómodamente, hizo promesas infundadas, habló mal de sus rivales e ignoró cualquier crítica o denuncia que se hizo en contra suya.

Durante los 90 minutos que duró el evento escuché incontables promesas de cada uno de los seis, pero ninguno de ellos se molestó en explicar con qué recursos económicos, materiales y humanos podrá cumplirlas.

¿Con qué dinero piensan estos aspirantes a gobernador pagar la construcción de nuevas escuelas, universidades, guarderías para menores de edad y adultos mayores, hospitales, centros de salud, carreteras y tantas obras diversas? ¿De dónde piensan obtener los recursos económicos para pagarle a los médicos, maestros universitarios, trabajadores sociales y todos los empleados que se encargarán de administrar y operar las nuevas escuelas, universidades, guarderías para menores de edad y adultos mayores, hospitales y centros de salud?

¿De dónde vendrá el dinero para financiar becas y subsidios al transporte para todos los estudiantes y adultos mayores, sueldos “rosas” y la expansión de los actuales programas sociales?

Y las nuevas patrullas, armas, cámaras de seguridad, botones de pánico y demás propuestas para combatir la inseguridad, ¿con qué recursos las comprarán? ¿Y la selección, contratación, capacitación de los nuevos policías, ¿cuánto tardará y costará? Y luego, ¿cuánto y cómo se les pagará?

¿Entienden algunos de los seis candidatos que no es lo mismo acusar que substanciar una denuncia?

Me pareció el colmo del cinismo que la candidata de Morena no enfrentara la acusación que le hizo la del PAN de haberse robado 10 por ciento del sueldo de los trabajadores municipales de Texcoco cuando siendo perredista gobernó ese lugar. Es imperdonable que la candidata independiente leyera un texto preparado en cada una de sus intervenciones. Los otros cuatro participaron, sin pena ni gloria, en un evento conducido por un periodista que se limitó a vigilar que los candidatos no hablaran durante más tiempo que el establecido.

Tiré a la basura 90 minutos de mi vida viendo el supuesto debate del martes pasado. No me quedaba de otra por razones de mi oficio. Lo peor es que tendré que ver el siguiente.

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