Muralla China y la Ciudad Prohibida de Pekín es reabierta
El gigante asiático ha autorizado ya la reapertura de parques y museos, aunque de forma limitada, con reservas a través de Internet y aforos limitados.
Cuando los ojos del mundo siguen cuestionando a China por el origen del COVID-19, su gobierno decidió reducir su nivel de alerta sanitario, por lo que permitió la reapertura de los monumentos emblemáticos: la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida de Pekín.
El vicegobernador de Hubei, Yang Yunyan, ha anunciado en rueda de prensa que el nivel de alerta bajará al segundo más alto. La provincia no registra ningún nuevo positivo por Covid-19 desde el 4 de abril y, desde el domingo, carece de casos activos, informa la agencia Xinhua.
Así, la provincia china de Hubei, donde se originó la pandemia del coronavirus, comenzará a volver a la normalidad después de meses de encierro mientras que los parques y museos de Beijing podrán recibir 5.000 visitantes por día, una cifra muy lejana a los 80.000 turistas diarios de antes del coronavirus.
Aunque se rebajó el nivel de alerta por el COVID-19, continuarán los controles de temperatura y el distanciamiento social como parte de la prevención y reaparición del virus.
Entre los enclaves que han reabierto este viernes están la Ciudad Prohibida de Pekín, que solo permitirá 5.000 visitantes al día en lugar de los 80.000 habituales, así como la Muralla China. Los parques urbanos han reducido su aforo al 30% tras instalar detectores de temperatura a la entrada, según la agencia DPA.