Sí hubo tsunami en México, confirman expertos de la UNAM
Después del sismo de magnitud 8.2 en la escala de Richter registrando la noche de este jueves, existe la posibilidad de que se generen más movimientos telúricos, aunque es imposible determinar si podrían ser de menor o mayor intensidad debido a que el territorio mexicano es una zona de alta sismicidad por la interacción de cinco placas tectónicas en constante movimiento, advirtió la jefa del Servicio Sismológico Nacional, Xyoli Pérez Campos.
En conferencia con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que hasta las 10:15 horas se registraron 266 réplicas y continuarán presentándose con menor intensidad a la del sismo registrado en las costas de Chiapas; la mayor fue de magnitud 6.1 en la escala de Richter y 13 de ellas han sido de categoría mayor o igual a 5 grados.
Aclararon que la energía liberada no se trata del “inminente terremoto de gran magnitud” que científicos han pronosticado porque este movimiento no se registró en la Brecha de Guerrero, también conocida como Guerrero GAP, en donde no ha ocurrido un sismo de magnitud superior a 7 grados, lo que significa que en la zona hay una alta concentración de energía que en cualquier momento puede ser liberada, por lo que pidieron a la población mantenerse atenta ante la presencia de más sismos, que pueden ocurrir en las próximas horas, días o incluso años.
A pesar de que la intensidad fue mayor a la del sismo de 1985, solo fue perceptible en una quinta parte en comparación con el movimiento que sacudió a la Ciudad de México hace 32 años, debido a que la distancia con el epicentro en aquella ocasión fue menor a 400 kilómetros de distancia, localizado en las costas de Guerrero.
Mientras que el sismo de la noche del jueves se localizó a más de 650 kilómetros de distancia en la profundidad del océano, explicó el catedrático Leonardo Ramírez, jefe de la Unidad Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
En datos técnicos, precisó que el movimiento originado a las 23:49 horas fue causado por el rompimiento de la placa de Cocos al incrustarse con la placa de Norteamérica, alcanzando una profundidad de 58 kilómetros por debajo de la profundidad del mar, a una distancia de 133 kilómetros al sur de Pijijiapan, Chiapas, cuyas ondas sísmicas tardaron en llegar a la Ciudad de México aproximadamente 135 segundos; es decir, poco más de dos minutos.
Confirmó que este sismo es el de mayor magnitud desde hace 100 años, después de la creación del Sistema Sismológico Nacional en 1910. Otro similar de 8.2 grados se registró en 1932 en las costas de Jalisco y Colima; sin embargo, el terremoto del 85, con 8.1 grados fue el más destructivo.
Esto también se debe al mejoramiento de los códigos de construcción en la Ciudad de México, que aún no han sido adecuados en otras partes del país como Chiapas y Oaxaca, en donde se presentaron mayores daños en esta ocasión, explicó el doctor Hugo Delgado, director del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Los especialistas confirmaron que sí se registró un tsunami en las costas del Pacífico mexicano, con olas entre tres y cuatro metros de altura, las cuales representan un impacto inferior al esperando tanto en tiempo e intensidad, frente a la magnitud del sismo registrado.
dgp