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Miércoles 27 de Noviembre 2024

Matrimonio con menores, símbolo de poder del patriarcado: especialista

 

Por Nelly Segura Granados México, Abr 30 (Notimex).- El matrimonio infantil es cualquier unión, formal o informal, en donde alguna de las partes es menor de 18 años de edad. En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló, en marzo pasado, su prohibición; sin embargo, las uniones informales continúan, sobre todo […]


Por Nelly Segura Granados

México, Abr 30 (Notimex).- El matrimonio infantil es cualquier unión, formal o informal, en donde alguna de las partes es menor de 18 años de edad. En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló, en marzo pasado, su prohibición; sin embargo, las uniones informales continúan, sobre todo de niñas, incluso desde los 10 años.

De acuerdo con la coordinadora de Incidencia Política y Campañas de Save the Children, Ivonne Piedras, la homologación de la legislación en el país es el primer paso para evitar las uniones, pero el reto es mayor al considerar que uno de los principales logros consagrados en la sociedad mexicana es que las mujeres sean madres y esposas, lo que limita las opciones, sobre todo de las niñas.

Explicó que las niñas son las más afectadas por esta práctica, por lo que se considera un problema de género en el que las menores en promedio se casan con personas 11 años mayores que ellas.

En muchos casos, los hombres tienen a una pareja de menor edad como símbolo de poder, lo que dijo, es evidencia de que el cuerpo de las niñas y adolescentes “es el lugar preferido del patriarcado”.

Abundó que en muchos casos las niñas se unen a una pareja para escapar de un entorno de violencia, hacinamiento y pobreza, pero el patrón de vulnerabilidad se repite y se enfrentan a condiciones incluso más adversas.

En otros casos, unión y embarazo temprano les otorga un mayor estatus dentro de su núcleo social y familiar, pero les resta oportunidades de desarrollo personal. En contraparte son estigmatizadas, por ejemplo, si quieren seguir estudiando.

Aunque en la práctica han quedado prohibidos los matrimonios, los menores aún enfrentan la desinformación, los usos y costumbres, las presiones sociales, las relaciones sexuales precoces e incluso forzadas.

En el país no existe un mecanismo que mida las uniones de menores; sin embargo, la Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2015, que lo consideró como una de sus preguntas, reveló que había hasta 300 mil adolescentes entre 12 y 17 años casados, lo que deriva en desigualdad, dificultades de salud, económicas y sociales.

Save The Children considera que quienes contraen matrimonio muy jóvenes son propensos a dejar los estudios; además, la presión de tener hijos obliga a las niñas a embarazarse, lo que incrementa las posibilidades de mortalidad tanto de la madre como del bebé.

Las niñas-esposas suelen abandonar sus estudios para dedicarse a tareas de cuidado y del hogar. Para los niños o adolescentes, es común incorporarse al mercado laboral aceptando salarios muy bajos y asumir el rol de proveedor único de la familia.

Para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el matrimonio infantil viola los derechos humanos, independientemente de si la persona involucrada es niño o niña, pero sin duda se trata de la forma más generalizada de abuso sexual y explotación de niñas.

En el país, por cada niño menor de 15 años que se casa lo hacen 60 niñas, además, 42.8 por ciento de adolescentes mujeres entre 12 y 17 años de edad casadas tienen al menos un hijo; 72.4 por ciento de adolescentes entre 12 y 17 años que están casados no asisten a la escuela.

La UNICEF considera que entre las consecuencias negativas que trae el fenómeno son la separación de la familia y los amigos, la falta de libertad para relacionarse con las personas de la misma edad y participar en las actividades comunitarias, y una reducción de las oportunidades de recibir una educación.

El matrimonio infantil también puede acarrear trabajos forzados, esclavitud, prostitución y violencia contra las víctimas, debido a que no pueden evitar las relaciones sexuales ni insistir en el uso del preservativo. Las novias menores de edad se exponen a graves riesgos para su salud, como los embarazos prematuros, las infecciones transmitidas sexualmente y otras como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Explica que en algunas ocasiones los progenitores consienten estos matrimonios por necesidades económicas. En tales casos, la unión matrimonial se considera como un medio de proporcionar a las hijas de la familia una tutela masculina, de protegerlas contra las agresiones sexuales, de evitar embarazos sin estar casadas, de alargar sus años de fecundidad o de asegurar su obediencia en el hogar del marido.

A nivel mundial, 36 por ciento de las mujeres de 20 a 24 años de todo el mundo se casaron o vivían en pareja antes de cumplir los 18 años, por otro lado, diversas organizaciones calculan que 14 millones de adolescentes de entre 15 a 19 años dan a luz cada año.

El matrimonio de niñas es más frecuente en África subsahariana y en Asia meridional. En el Níger, 77 por ciento de las mujeres entre 20 y 24 años se casaron antes de cumplir los 18. En Bangladesh, la tasa es de cerca de 65 por ciento.

-Fin de nota-

NTX/NSG/HHM