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Jueves 21 de Noviembre 2024

Las huellas en México del programa para espiar a periodistas y activistas

 

La empresa mexicana Balam Seguridad Privada, S.A. de C.V. y su subsidiaria Grupo Tech Bull serían las que habrían vendido el malware a PGR, Cisen y Sedena


A través de una serie de empresas intermediarias, agencias del gobierno mexicano habrían obtenido en los últimos años el software de espionaje Pegasus, desarrollado por la firma israelí NSO.

La empresa mexicana Balam Seguridad Privada, S.A. de C.V. y su subsidiaria Grupo Tech Bull, con conexiones con compañías de Israel, serían el vehículo a través del cual dependencias como PGR, Cisen y Sedena estarían adquiriendo el malware.

Balam Seguridad Privada S.A. de C.V., propiedad del empresario de origen israelí Asaf Israel Zanzuri y del mexicano Rodrigo Ruiz Treviño de Teresa, sería la única distribuidora autorizada del grupo NSO en México.

Los dos dueños son señalados como clientes del despacho panameño Mossack Fonseca, cuyas operaciones sirvieron de base para la investigación internacional de los Panama Papers. En 2015 el despacho creó dos fideicomisos en Nueva Zelanda en la que ambos eran beneficiarios.

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Esta empresa oferta, entre otros servicios, sistemas de intercepción que pueden “obtener datos específicos como llamadas, mensajería instantánea, redes sociales, entre otros”, además de sistemas de reconocimiento facial y medidas de contrainteligencia.

Según datos del Sistema de Información Empresarial Mexicano de la Secretaría de Economía, Balam Seguridad Privada S.A. de C.V. tiene su dirección en Paseo de Tamarindos 90, colonia Bosques de las Lomas en la Ciudad de México, y su giro son los servicios de seguridad privada.

Su subsidiara Grupo Bull Tech, S.A. de C.V. tiene sus oficinas en la calle de Homero en la colonia Ampliación Polanco de la Ciudad de México y ofrece servicios de protección y custodia mediante el monitoreo de sistemas de seguridad.

Un reporte de Citizen Lab de 2016 afirma que en los últimos años hay evidencia de que las autoridades mexicanas, tanto federales como estatales, han adquirido software altamente sofisticado para la vigilancia, principalmente sistemas desarrollados por las empresas NSO, Hacking Team y FinFisher.

En julio de 2015, una serie de correos electrónicos y documentos internos de la compañía italiana Hacking Team fueron filtrados al público a raíz de la investigación de los Panama Papers, y se reveló que de entre los 35 países a los cuales prestan sus servicios, México resultó ser el principal cliente.

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Las transacciones hechas por parte de diferentes gobiernos locales y dependencias federales a través de empresas intermediarias habrían alcanzado un monto de más de 5 mil 800 millones de euros.

LOS SEÑALAMIENTOS

La filtración de los correos de Hacking Team en 2015 también contienen importantes revelaciones sobre presunta evidencia de la adquisición de equipo y tecnología del grupo NSO por parte de distintas instancias como la Sedena, la PGR y el Cisen.

En estos correos también se evidencia la existencia de algunas empresas del ramo de seguridad que funcionan como intermediarias entre firmas como Hacking Team o NSO para vender complejos sistemas de espionaje a las agencias gubernamentales en México.

En otra de las comunicaciones filtradas, Armando Pérez, de Grupo Tech Bull S.A. de C.V., explica en un correo electrónico que esa empresa es una compañía que vende inteligencia y seguridad al gobierno mexicano y describe a la misma como una subsidiaria de Balam Seguridad.

El supuesto integrante de Grupo Tech Bull asegura en el correo electrónico que su empresa vendió el software Pegasus a la PGR e incluso habla de las ventajas de este malware y refiere que ya ha tenido resultados probados en otras dependencias como la Sedena y el Cisen.

En otras comunicaciones que se hicieron públicas se da a entender que estas dependencias estarían trabajando desde hace algunos años con el software de NSO.

En septiembre de 2016, una investigación periodística del diario Reforma señaló que la Procuraduría General de la República habría pagado la cantidad de 15 millones de dólares por el sistema Pegasus de NSO y que el software no habría llegado directamente de la firma israelí, sino a través de la intermediara Balam, según las fuentes consultadas.

La dependencia gubernamental habría contratado el software a través de dos compras entre los años 2014 y 2015, cuando Jesús Murillo Karam era el titular.

En una respuesta a una solicitud de información en febrero de este año, la PGR reconoció la existencia de contratos relacionados con productos y servicios por parte del grupo NSO, aunque clasificó dicha información como reservada.

Ya en julio de 2012, antes de que salieran a la luz los correos de Hacking Team, la revista Contralínea y el equipo de la periodista Carmen Aristegui dieron a conocer diversos contratos celebrados entre la Sedena y la empresa Security Tracking Devices S.A. de C.V. por más de 5 mil millones de pesos.

Dichos contratos tenían el objetivo de incrementar las capacidades de espionaje y procesamiento de la información por parte de la Sedena. Según fuentes citadas en la investigación periodística, el Ejército y la Fuerza Aérea estaban construyendo un Sistema de Inteligencia que albergaría la plataforma Pegasus.

La empresa Security Tracking Devices S.A. de C.V. es propiedad de José Susumo Azano Mansura, quien fue acusado en 2014 por financiamiento ilícito de campañas, falsificación de registros, sobornos y posesión de armas en Estados Unidos.

dgp