Instituciones garantizan el equilibrio en un gobierno democrático: CNDH
México, 29 Abr (Notimex).- Las instituciones son garantía de que los derechos se respeten, ya que son un contrapeso efectivo que, al margen de influencias o intereses de cualquier índole, buscan el respeto de la ley. El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló lo anterior en […]
México, 29 Abr (Notimex).- Las instituciones son garantía de que los derechos se respeten, ya que son un contrapeso efectivo que, al margen de influencias o intereses de cualquier índole, buscan el respeto de la ley.
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló lo anterior en el Seminario Internacional “Equilibrios, continuidades y autonomías: retos en la práctica democrática”.
En el acto, celebrado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que ese es el reto que enfrenta México ante el nuevo escenario que vive a partir del compromiso democrático que asumió al elegir la administración presente.
Aseguró que bajo ningún concepto se debe denostar o demeritar a las instituciones o a las autoridades, toda vez que los contrapesos deben fortalecer la institucionalidad democrática y republicana, no debilitarlas.
Recordó que México viene de superar un periodo histórico, denunciado por Jorge Carpizo, que consistía en un presidencialismo que concentraba el poder.
Durante los últimos días de 2013 y principios de 2014 se concentraron diversos cambios constitucionales sobre diversas materias específicas que modificaron atribuciones de varios organismos constitucionales autónomos, al sustraerlos del poder Ejecutivo.
El resultado evidenciaba que México había optado en definitiva por un Ejecutivo más acotado y el fortalecimiento de organismos autónomos especializados que garantizaran el equilibrio de las decisiones y acciones en pro de los derechos de los ciudadanos.
Por ello, advirtió que la consecución de los objetivos y metas que se han planteado desde el Ejecutivo federal requerirán definir el diseño institucional y esquemas de competencias constitucionales, que, sin violentar derechos humanos, sean más pertinentes para tal efecto.
Desde luego, ello implica confrontar las visiones que por una parte buscan fortalecer la figura del poder Ejecutivo federal, con aquellas que consideran que las autonomías y la división efectiva de poderes, son una ruta a la que debe darse continuidad.
De otra manera, dijo, se corre el riesgo de enfrentarse al problema que señaló Lord Acton y que indica que “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
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NTX/EGL/MCC