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Jueves 14 de Noviembre 2024

El verdadero origen de la guajolota no es chilango

 

La original guajolota era un pan para pambazo rellena de una enchilada roja rellena de carne de puerco


No podíamos dejar pasar el día de hoy, 2 de febrero, donde el tamal es el rey del menú, hablar del origen de la económica, práctica, llenadora y sobre todo deliciosa torta de tamal, o guajolota como le decimos aquí en la ciudad de México.

Aunque todos los que viven fuera de la CDMX critican a los chilangos porque tenemos la firme creencia de que todo cabe en un bolillo, sabiéndolo acomodar. Pero tenemos una sorpresa: las guajolotas no las inventamos en la capital del país.

Aunque las encontramos en cada esquina de todas las delegaciones y colonias, la tradición de comer pan relleno de masa y carne no se inventó en el paraíso de las tortas. De acuerdo con el historiador mexicano José N. Iturriaga, la guajolota nació en Puebla y a ellos les debemos que en la CDMX las tortas de tamal sean el desayuno predilecto de los madrugadores.

En el libro “La cultura del antojito. De tacos, tamales y tortas…”, Iturriaga explica que la original guajolota era un pan para pambazo rellena de una enchilada roja rellena de carne de puerco.

Cuando ese antojito llegó a la ciudad de México, se hizo la adaptación a una torta de tamal, ya que el relleno del pan seguía siendo masa de maíz relleno de carne de puerco y salsa.

Actualmente es raro encontrar tamales de cerdo; el pollo se apropió de ese alimento y comienzan a ser tendencia aquellos que están rellenos de verdolagas, champiñones, frijol u otros ingredientes que buscan sustituir la carne, inclusive hay tamales veganos.

Sea como sea, las tortas de tamal son un alimento arraigado en nuestra cultura y la adaptación de ingredientes a las nuevas tendencias, nos da esperanzas para creer que tendremos guajolotas para rato.

Con información de Reporte Índigo

smg