El blindaje que Duarte presumía incluye un Ferrari
Veracruz se había convertido en la caja chica del gobierno y el priismo, lo que llevó al estado a un desastre financiero, relata “Estrictamente Personal”
En conversaciones privadas cuando aún era gobernador de Veracruz, Javier Duarte se ufanaba de haber ayudado al gobierno y al PRI a apuntalar su fuerza política en el país.
Entre sus revelaciones hizo una que se mantenía en la secrecía. Según él, obsequió un Ferrari a Enrique Peña Nieto cuando el mexiquense ganó la elección presidencial.
El relato hecho por Raymundo Riva Palacio en su columna “Estrictamente Personal” menciona que, para este propósito, Duarte de Ochoa viajó a Austin, Texas, con su amigo de la universidad y principal socio en sus multimillonarios negocios: Moisés Mansur Reynoso.
El mandatario nunca aclaró qué modelo de vehículo escogió aunque, en los más modestos, los precios comienzan en 200 mil dólares, un equivalente cercano a 3 millones de pesos al tipo de cambio de 2012, menciona el periodista.
Por supuesto, aclara “Estrictamente Personal”, nadie nunca confirmó las versiones privadas del exmandatario expriista detenido el sábado pasado en Guatemala.
“Duarte asegura que sí entregó el Ferrari al entonces presidente electo y que por razones obvias, lo guardó. Nunca se ha visto un Ferrari en manos de familiar alguno o cercano al presidente, ni tampoco han existido versiones de que un vehículo de esa naturaleza se encuentre estacionado en algunas de las propiedades de Peña Nieto”, añade la columna.
Agrega que “fuera de su dicho, no hay manera de confirmar que lo que (Duarte) aseguró en la Primavera del año pasado, como forma de presumir sus estrechos vínculos con Peña Nieto, sea cierto”.
Y según los propios dichos del veracruzano no fue ésta la única manera en que buscaba congraciarse con el gobierno o con el priismo.
En varias ocasiones se ufanaba de haber ayudado en las elecciones presidencial y estatales, incluida por supuesto la de Veracruz, donde según el propio Duarte inyectó mil millones de pesos a la campaña del candidato del PRI, Héctor Yunes.
Y ese dinero político distribuido subrepticiamente, menciona Riva Palacio, provocó un desastre financiero en Veracruz.
Finalmente, “Estrictamente Personal” formula la hipótesis de que estas operaciones secretas a favor del PRI y el gobierno serían la mejor baza que puede tener Duarte para una “negociación que llevara a su captura o, en la misma línea de pensamiento, su entrega pactada en Guatemala”.
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dgp